-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace revisando el motor de ese camión en la banquina? ¿Usted es mecánico?
-No, mi estimado, este es el camión de Germán que se quedó a mitad de camino…
-¿Es de Germán Alfaro?
-¿Qué otro Germán en la política conoce?
-Bueno, en eso tiene razón, pero ¿por qué está acá el camión y no en la Intendencia?
-Se descompuso en el trayecto del Concejo Deliberante a la sede del Ejecutivo municipal.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Le falta combustible?
-Más bien cargamento, diría yo.
-¿Y qué cargamento estaba previsto?
-Resulta que seis concejales afines se dividieron entre ellos los gastos de funcionamiento del Concejo Deliberante.
-¿Quiénes son?
-No soy buchón, pero son Romano Norri, Aybar, Roberto Ávila, Raúl Pellegrini, “Lucho” Argañaraz y Roque Mendía.
-¿Y los demás concejales?
-Naranja fanta, mi estimado amigo.
-¿Y por eso se quedó el camión?
-¡Claro! Se quedó sin las 200 mil razones que debía llevar para Cano.
-¿Para Cano?
-Sipi.
-Esto me da miedo, Eduard querido…
-¿Por qué?
-Porque la última vez que tiró un chisme fuerte, terminamos con la novela del escandaloso Plan CoreANO.
-Sipi, en eso tiene razón…
-¿Y cómo bautizará esta nueva investigación que se inicia de nuevo con usted?
-No sé. Eso se lo dejo a los muchachos de la Redacción que tienen más experiencia. No sea cosa que se me dé por titular con “Cañazo” y se maten de risa…
-Ja, ja, ja, usted no sirve. ¿Tiene otro chisme?
-Cano quiere hacer renunciar a Elías de Pérez de su banca en el Senado.
-¿Para que sea candidata?
-Más que nada para regalarle la banca a un nuevo amigo del PRO y ex senador bussista que festejó su cumpleaños número cincuenta mientras evacuaban a la gente de Lamadrid.
-¿Pablo Walter?
-Acertó. Hoy el café lo pago yo, mi estimado…