-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esta calesita instalada en el patio del bar? ¿Quiere incursionar en el rubro del entretenimiento infantil?
-Más que eso, quiero llegar a tener una empresa que pueda dedicarse a una multiplicidad de rubros, mi estimado amigo.
-Perdone que lo contradiga, pero creo que no va bien encaminado sólo con esta calesita.
-Pasa que hay un político en esta provincia al que esta iniciativa le dio resultado…
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Comenzó con una calesita?
-Sipi.
-¿Y a qué llegó con su empresa?
-Ahora tiene empresas constructoras y estaciones de servicio, entre otras iniciativas.
-Pero ¿usted está seguro de lo que me dice?
-Sipi.
-¿Y cómo lo hizo?
-Primero creó una SRL en la que podía dedicarse a varios rubros, que hasta pueden parecer ilimitados, mi estimado amigo.
-No sea exagerado.
-Hasta se anotó para la compra y venta de clubes deportivos y jugadores de fútbol.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Y dónde comenzó todo?
-En la Perla…
-Ah, ¿se dedicaba a buscar perlas cultivadas?
-¡¡¡No sea zopenco!!! Le digo que todo comenzó en “La Perla del Sur”.
-¿En Concepción?
-Sipi.
-¿Y quién le contó todo eso?
-Los muchachos de la Redacción, mi estimado.
-¿Están trabajando sobre ese personaje?
-Mire, soy respetuoso de la labor periodística. No pregunté nada, pero no sería mala idea.
-¿Me va a decir de quién se trata?
-Ni aunque llorens se lo digo…
-¿Y si le pago un cafecito con medialunas saladas, jugo de naranja, soda, yogurt y ensalada de frutas?
-Deje, la gente ya lo sacó.
-¿No quiere que le pague el desayuno?
-Todo eso no. Sólo le acepto el cafecito y las dos medialunas saladas con jamón y queso y un golpecito de calor…
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!