-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace vestido de cirujano y con quirófano instalado en el bar?
-¿No ve que estoy haciendo cirugía mayor?
-Pasa que el paciente está tapado y no puedo verlo…
-¡Silencio! Bisturí…
-A ver, espere, acá está.
-Tijeras…
-Acá están, Eduard. Pero, dígame…
-¿Qué quiere saber mi estimado amigo?
-¿Quién es el paciente?
-Es la Seguridad…
-Pero, ¿usted la está operando?
-No, en realidad estoy haciendo el prequirúrgico, pero la operación la tendrá que hacer Juan, porque no queda otra.
-¿Cómo? ¿De qué no queda otra, Eduard?
-Habrá que hacer cambios en el área de Seguridad.
-¿Qué cambios?
-Por ejemplo, se seguirá metiendo bisturí en la cúpula policial.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Y se llegará al jefe y subjefe?
-Puede ser, porque son la herencia de José y porque hay una espina clavada…
-¿Cuál?
-La de la represión la noche de las elecciones provinciales.
-Claro. En eso tiene razón.
-Además hay un funcionario que tiene fecha de vencimiento, mi estimado.
-¿Quién?
-Paul.
-¿El ex Beatle?
-¡¡¡No sea zopenco!!! El secretario de Seguridad…
-Ah, ahora caigo.
-Usted siempre demora en caer, pero ya estamos acostumbrados.
-¿Eso será dentro de poco?
-Sipi. Ya hay un hartazgo tremendo de la gente por el tema inseguridad.
-Espere un momento, Eduard, acá una señora dice si usted recibe Subsidio de Salud para operar. ¿Qué le digo?
-Recibo todas las obras sociales y un pequeño plus de $500 para cada intervención.
-Pero, si usted no es médico.
-¿Acaso usted pagará el café?
-No.
-Entonces quédese callado.