-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace rodeado de botellas plásticas? ¿Acaso se dedicará al reciclado?
-No, le estoy por contar un chismecito de un político que quiere reciclarse como sea.
-¿De quién se trata amigo?
-Nada más y nada menos que del “coreanito” Cano, mi estimado.
-¿Y cómo es eso del reciclado, Eduard?
-Resulta que se quiso disfrazar de vocero de Miguel Ángel Pichetto, y parece que no le salió…
-¿Cómo es eso? ¿De macrista de la primera hora se pasó a peronista anti K?
-Sipi, se dio vuelta en el aire…
-Cuénteme mejor cómo fue su rol de vocero.
-Mire, primero anunció la semana pasada que venía Pichetto a Tucumán…
-¿Y vino?
-¿Usted lo vio?
-La verdad, que no.
-Claro que no vino.
-¿Y después?
-Después dijo que venía otro día.
-Tampoco vino.
-Claro.
-¿Y al final?
-Tuvo que decir que no vendría a Tucumán, pero Pichetto si estuvo en Salta.
-Quedó mal parado como vocero.
-Como dicen ustedes los tucumanos: vo vé…
-Pero no nos debiera sorprender esa actitud, mi querido amigo rosarino.
-¿Por qué dice eso?
-Porque se la pasó diciendo, como un loro, que iba a hacer los diques Potrero El Clavillo y El Naranjal y no pasó nada…
-¡Usted está más picante que yo!
-Y bueno, algo tengo que aprender de estar todos los días a su lado.
-Así es mi “pequeño saltamontes”.
-¿Qué haremos ahora?
-Para ser coherente con el chisme de hoy se me antoja unos panqueques con dulce de leche.
-Pida tranquilo.
-Y le podríamos sumar un chocolate caliente.
-Dele nomás…
-Pero, espere…. ¿A dónde va?
-Me voy al bar de al lado porque acá me cerraron la cuenta corriente, por lo que tendrá que pagar todo lo que consuma hoy.
-¡Cómo aprendió! ¡Hoy me jodió a mi….!