-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace vestido de Kung Fu? ¿Acaso se me lo va a dedicar a las artes marciales?
-No, mi estimado. Trato de echar mano a aquella célebre frase popular: “más solo que Kung Fu”.
-¿Por qué? ¿Quién se quedó solo?
-Para empezar, José Cano…
-¿En qué sentido se está quedando solo?
-En lo que hace a sus apetencias de seguir siendo el conductor de Cambiemos en la provincia.
-¿Por qué dice eso?
-Porque los números de las PASO vaticinan un 3 a 1 en octubre y eso sería catastrófico.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Y Germán?
-Después de que le achicaron la diferencia por el dominio de la Capital, también está solo.
-¿Solo?
-Sipi, en su intención de suceder en la conducción a Cano. La única que ríe a carcajadas en la intimidad es el hada…
-¿Campanita?
-¡¡¡No sea zopenco!!! Me refiero a Silvia Elías de Pérez.
-Ah, usted está hablando de muchos solitarios…
-Sobran, mi estimado, por ejemplo el “Colorao” Amaya, que está más solo que Adán en el día del Amigo.
-Y bueno, no le queda otra porque lo dejaron afuera de todo.
-Así es. Pero hay alguien que hará de su soledad una cuestión oficializada.
-¿Quién?
-Le muestro este viejo afiche de la película Cinema Paradiso a ver si lo saca.
-No se me ocurre nada.
-¿Cómo se llama el niño protagonista?
-Totó.
-Sáquele el acento.
-Toto.
-Justamente, el “Toto” Aráoz.
-¿Se quedó solo?
-Sipi, abandona el bloque radical conducido por Canelada en la Legislatura y hace uno personal.
-¿En serio?
-Sipi. Lo dejaron al margen de todo y se sintió usado, porque siempre salió en defensa de Cano.
-Muy bien. Le invito un cafecito.
-No, ya me tomé tres a su cuenta esta mañana…
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!