-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace rodeado de cámaras fotográficas, equipos de iluminación y toda esta tecnología al servicio de la imagen? ¿Está por poner un estudio de fotografía acá en el bar?
-No, mi estimado, le pedí estos equipos al “Gringo” Suárez para sacarme unas fotitos.
-Pero, ¿no le parece exagerado?
-Lo que pasa es que vinieron diputados y senadores a sacarse fotos conmigo…
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Ya se fueron?
-Sipi.
-¿Y por qué vinieron a sacarse fotos con usted? ¿No era mejor en la Casa Histórica?
-También se sacaron fotos allá, pero estuvieron eludiendo sacarse fotos con ex funcionarios del kirchnerismo puro…
-¿Por qué? ¿De dónde eran?
-Eran del Frente para la Victoria.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Y por qué adoptaron esa postura?
-Porque todos están en el operativo despegue, se quieren reciclar a como dé lugar.
-Mire qué lindo lugar eligieron para seguir despegándose de Cristina.
-No sólo de Cristina, en lo local muchos se quieren despegar de Alperovich, y más después de que Lebbos gritó desde la reja del tercer patio mientras participaban todos los parlamentarios de un acto…
-¿Gritó a viva voz?
-Sipi.
-¿Y alguien lo detuvo?
-Se acercaron los muchachos de seguridad de la Nación, pero no lo tocaron.
-¿No?
-¿Usted cree que esos muchachos no saben quién es Alberto Lebbos?
-No me imaginaba que lo supieran.
-Ahí había más servicios que gente, mi estimado. Pero los pocos ciudadanos que presenciaron el hecho tuvieron una actitud unánime.
-¿Qué actitud?
-Aplaudieron al padre de Paulina.
-¿Y usted dónde estaba?
-Estaba adentro, a metros de José, que estaba sentado delante de una senadora que lo denunció por corrupto…
-¡¡¡Qué barbaridad!!!