-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace rodeado de gaseosas de una marca internacional? ¿Acaso se dedicará a la reventa?
-No, mi estimado, estas son las coquitas que le sobraron a José Cano de la reunión en Trancas…
-¿Sigue insistiendo con ir a Trancas?
-Sipi, cree que de ese modo le mojará la oreja a Jaldo.
-¡Claro! Jaldo es de esa zona.
-Pero si le quiere hacer pata ancha al tranqueño en su propio terruño tendrá que esforzarse más.
-¿Por qué?
-Porque llevó a 15 personas en su comitiva y reunió a otras 15 del lugar. Y llevó 24 gaseosas de 2 litros y un cuarto para tomar.
-A razón de 1800 centímetros cúbicos por persona.
-Sipi, usted anda bien en las matemáticas.
-Gracias. ¿Pero no habían hecho un partidito de fútbol la vez pasada?
-Sipi, pero con la comitiva propia para no pasar vergüenza con el fallido timbreo.
-Ja, ja, ja, Cano no aprende…
-Usted lo dijo. Quizá tenga que refrescar sus conocimientos de odontología. Pero no es el único que anda buscando ocupación…
-¿Un político? ¿En serio?
-Sipi, y además anduvo practicando en vivo y en directo.
-¿Quién es?
-Uno que tiene un camión para los retornos…
-¡Qué fácil! ¡Germán!
-Me estoy volviendo blandito para las pistas que le doy mi estimado…
-Así es, pero dígame ¿de qué anda practicando Germán?
-De acomodador…
-¿Acomodador?
-Sipi.
-¿Cómo es eso?
-Resulta que le estaban haciendo una nota los colegas de los informativos a Frigerio y se vio claramente como Germán la ubicaba a su esposa y candidata a diputada, al lado del funcionario.
-Y bueno, la cuida a su mujer…
-Y además había bancado el acto.
-Muy bien, Eduard. Ya me dio sed tanto hablar. ¿Por qué no se abre una coquita?
-Ya la abrimos porque viene la picada que usted pagará. Yo pongo la gaseosa.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!