-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace mezclando y repartiendo naipes? ¿Acaso está entrenándose para laburar en el Casino?
-No, mi estimado, ya le dije que soy una persona decente…
-¿Y eso qué tiene que ver?
-Que cuando encuentro un trabajo, lo devuelvo.
-Usted no sirve, Eduard. Pero dígame, ¿me está por contar algún chismecito?
-Sipi.
-¿De qué se trata?
-Los muchachos del Acuerdo para el Bicentenario se están reacomodando.
-¿Por qué dice eso?
-Porque están respondiendo y alineándose a las internas en el gabinete nacional.
-¿En serio? ¿A qué internas se refiere?
-A las que reflejó el diario La Nación la semana pasada, entre José Cano y sus pares Rogelio Frigerio y Guillermo Dietrich.
-¿Se pelean los muchachos?
-Sipi.
-¿Y quién lleva la peor parte?
-El tucumano.
-¿Por qué?
-Porque los funcionarios PRO siempre se le anticipan a los anuncios propios del Plan Belgrano, dejándolo siempre en off side.
-No me diga…
-Si le digo.
-¿Y eso tiene repercusión en el Acuerdo por el Bicentenario?
-Sipi. Porque, por ejemplo, el “Colorao” Amaya está del lado de Dietrich y Frigerio.
-¿Por qué?
-Porque su área depende de ellos.
-¿Y Cano?
-Está muy incómodo, pero resiste, porque piensa que la cosa puede cambiar.
-¿Apuesta a Cambiemos?
-No se haga el gracioso. Lo que pasa es que los demás referentes tucumanos se encolumnarán de uno y otro lado.
-Esto tiene mal pronóstico, Eduard.
-Como sus finanzas personales, mi estimado.
-¿Por qué mis finanzas?
-Porque acabo de pedir un café con leche con un tostado mixto de jamón y queso que lo cargarán a su cuenta.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!