De multiplicación política, encuestas contrapuestas y gestos alentadores

—¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esa calculadora? ¿Acaso está sacando porcentajes electorales?

—No, mi estimado amigo. Simplemente estoy presionando la tecla de multiplicar todas las veces que pueda.

—¡Hombre grande para jugar con la calculadora! Ya parece un adolescente.

—Lo único que faltaba es que crea que vengo al bar todos los días a jugar.

—Está bien, no se me lo sulfure que le puede venir algo.

—Bueno, pero no me haga engranar.

—OK, pero le quiero pedir algo.

—¿Qué cosa?

—Que deje de dar más vueltas que perro pa´ echarse y cuente algo del mundillo político.

—Justamente algunos muchachos de la política hicieron un trabajo de multiplicación digno de análisis.

—¿En serio?

—Sipi.

—Cuente, que no doy más de la ansiedad.

—Entregaron ambulancias en muchas comunas.

—¿Y eso qué?

—Que ni bien las entregaban se daban cuenta de que les faltaban los tubos de oxígeno.

—Son muy necesarios en esta pandemia.

—Justamente con ese pretexto se llevaban el vehículo de nuevo, pero en otra comuna cercana lo entregaban de nuevo, cayendo otra vez en cuenta de esa falta y retirándolo de nuevo… Y así sucesivamente.

—Picardía o folclore político, Eduard.

—No ataque de ese modo al folclore.

—Está bien, pero no me dijo nada de las encuestas del oficialismo.

—Circulaban dos, una poco creíble y otra que muestra hartazgo.

—¿Me dará detalles?

—Sipi, tenemos tiempo para eso. Me gustaría resaltar un gesto.

—¿Qué gesto?

—La cordialidad con la que se manejaron en un debate la ministra Chahla y el vicegobernador Jaldo.

—Lo vi. Es alentador después de tanta tensión verbal de las últimas semanas.

—Hubo reconocimiento a lo hecho en salud, pero también críticas a Seguridad y Educación.

—¿Usted cree que se terminarán las peleas?

—No lo sé a ciencia cierta, pero hace mucho que no había unas PASO con internas, que es la verdadera esencia de su existencia.

—Así es. ¿Le parece que tomemos una birrita?

—Mejor un agua mineral para apagar el incendio.

—¿Qué incendio?

—El de las tres cervezas que tomé a su cuenta.

—¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!

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