-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace leyendo con tanta atención el libro del “Plan CoreANO”? ¿Acaso no lo leyó el otro día antes de hacer la preventa?
-No, mi estimado, no estoy leyendo el libro. Simplemente estoy repasando la dedicatoria que me hizo mi amigo Manuel Ernesto Rivas…
-¿No dirá mejor, el director de Diario Cuarto Poder?
-Para usted lo será, para mi es un amigo que sabe reconocer los méritos periodísticos que tengo.
-Pero, si usted escribe una columna de chismes políticos en la cual soy su partenaire…
-No se eche tierra solo. Recuerde que fuimos los primeros en hablar de los negociados del Plan Belgrano en Corea.
-¿Fuimos?
-Sipi, lo incluyo como partenaire mío que es…
-¡Gracias, Eduard…! ¡Qué generosidad! ¿No será que me está por hacer pagar el café?
-Quédese tranquilo.
-¿Así que fue a la presentación del libro?
-Sipi.
-¿Qué tal estuvo?
-Impresionante, el salón colmado de gente y Rivas me agradeció la presencia, aunque no me puso en evidencia…
-¿Y eso es bueno?
-Sipi, tengo que seguir manteniendo mi anonimato para captar más chismes…
-A propósito, ¿tiene algún chismecito para contar?
-Claro, mi estimado. Se viene una auditoría muy fuerte en una casa.
-¿Qué casa?
-La de Juan B. Terán…
-¿Y por qué lo van a auditar a ese sujeto?
-¡¡¡No sea zopenco!!! Me refiero a la Universidad Nacional de Tucumán, conocida por otras denominaciones como la “Casa de Juan B. Terán”, su fundador…
-Ah, cierto. ¿Y qué van a auditar?
-El manejo de los recursos, mi estimado amigo.
-¿Será en el Rectorado?
-Y en todas las unidades académicas. La auditoría viene de Buenos Aires.
-¿Alguno estará flojo de papeles, Eduard?
-Como dicen ustedes los tucumanos: vo vé…
-Tan picante como siempre… pero ¿me deja leer lo que le dedicó Manuel Rivas sin que pague el café?
-Sipi, pero tendrá que pagar la picadita con cerveza que consumí hace rato…
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!