—¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace tan desabrigado? ¿Acaso se quiere agarrar una pulmonía?
—No, mi estimado. Lo que pasa es que le estoy por contar lo que sucede en la política comarcana, como todos los días en el bar.
—¿Y a qué viene tanto acaloramiento?
—Es la temperatura que están levantando los dirigentes de distintos puntos de la provincia.
—¿Levantando temperatura?
—Sipi.
—¿Por qué?
—Se siguen retaceando, atrasando y eliminando recursos…
—¿No termina la pelea?
—Parece que no, pero a mi criterio, no es conveniente que la temperatura siga subiendo desde las bases.
—¿Usted cree?
—Por supuesto, y menos la presión que soportan algunos municipios que no están recibiendo los fondos en tiempo y forma.
—¿Usted se refiere, por ejemplo, a Banda del Río Salí?
—Sipi.
—¿Qué ocurre en ese caso?
—El intendente presentó una queja bastante detallada en lo que hace a los números.
—¿Son números fuertes?
—Sipi, tienen muchos ceros.
—¿Y por qué no se saca el pie del acelerador?
—Porque hay algunos a quienes les conviene este estado de beligerancia.
—¿Usted cree?
—Sipi. Pero a la cabeza no le conviene….
—¿A qué se refiere?
—A una encuesta que estuvo circulando en medios nacionales con el ránking de gobernadores.
—¿Cómo está el nuestro?
—Diría que medio complicado…
—¿De qué se trata la encuesta?
—Contrasta imágenes positiva y negativa.
—¿Usted cree que esta situación de beligerancia lo perjudicará?
—No creo que tenga mucha incidencia en lo nacional, pero afecta la gestión.
—Tiene razón, Eduard…
—Encima hay muchos que se hacen los mosqueteros con la mirada puesta en las próximas legislativas nacionales.
—Muy bueno, Eduard. Se merece un chocolate caliente con churros.
—Gracias, ya me traen una doble porción a su cuenta. Después invite algo más si quiere.
—¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!