-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esa tijera de podar? ¿Acaso se está por dedicar a la jardinería?
-Jamás iría contra mis principios. Que trabajen aquellos que son más aptos que uno…
-Usted tiene un severo problema de honestidad…
-¿Por qué dice eso?
-Porque cuando halla un trabajo, lo devuelve.
-Mire, no se haga el gracioso que mucho me cuesta contarle y encima explicarle los chismes políticos que cuento acá en el bar.
-No se me lo sulfure que le va a venir algo…
-Está bien, pero ¿me dejará hablar?
-Ok, pero dígame ¿para qué trajo esa tijera de podar?
-Para graficarle el salvaje corte de votos que hubo en la ciudad Capital.
-¿Y los electores usaron tijeras de semejante tamaño para cortar los votos?
-Justamente no me refiero a los electores.
-¿A quién entonces?
-A los dirigentes.
-¿Quién salió perjudicado?
-Empecemos por las damas.
-No me diga que la embromaron a Silvia Elías de Pérez…
-Sipi.
-¿Quiénes?
-Varios acoples alfaristas la cortaron a la senadora para que su jefe quede como conductor del espacio de Cambiemos en Tucumán.
-No me diga.
-Si le digo.
-¿Y quién más sufrió la tijera?
-El rival directo de Alfaro.
-¿Mario Leito?
-Sipi.
-¿Qué enemigo lo cortó de las boletas?
-Más bien diría que se trató de fuego amigo.
-¿Acoples del oficialismo?
-Sipi.
-¿Y por qué lo harían?
-Por dos cosas, para quedar bien con el alfarismo y para que Leito no crezca tan rápidamente.
-¿Hay celos?
-En todas partes, amigo.
-Se merece una picadita chica y un chop.
-No se moleste, ya pedí una picada grande, una porción de rabas y una cerveza grande.
-¡Qué generoso, Eduard!
-Usted más, porque la puse a su cuenta.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!