—¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esas banderas azules y amarillas? ¿Acaso se está solidarizando con los ucranianos?
—Me solidarizo con todo aquel que esté sufriendo las consecuencias de la guerra, pero este no es el caso, mi estimado amigo.
—¿Y esas banderas?
—Son los colores de mi Rosario Central querido.
—¡Cierto! Pensé que se había adherido a esta ola de solidaridad internacional que les agarró a muchos.
—Está muy bien, pero yo quería tomar un aspecto de la guerra para compararlo con lo que pasa en Tucumán.
—¿Qué quiere comparar, Eduard?
—¿Usted vio el estado de las calles de San Miguel de Tucumán?
—Están muy deterioradas por no decir un término bien tucumano relacionado a la sigla del Automóvil Club Argentino.
—Sipi. Le diría que parecen bombardeadas.
—¿Y eso qué tiene que ver con Ucrania?
—¡¡¡No sea zopenco!!! Le dije que parecen bombardeadas…
—Ah…sí, como en la guerra entre Rusia y Ucrania.
—Sipi.
—¿Y eso qué tiene que ver con la política comarcana?
—Que hay una voracidad recaudatoria con las multas viales, pero no se arreglan las calles por las que circulan los vehículos y por las que tienen que cruzar los peatones.
—Tiene razón Eduard. No se le puede discutir ese punto de vista.
—Pero no le hablo solo de las calles que están dentro del microcentro. Los lectores de nuestro diario se están quejando tanto de los baches que se está preparando un informe con el mapa de los baches de la ciudad.
—¿En serio?
—Sipi.
—Vi que amenazaron a un funcionario municipal con darle una “cagada de perro huevero”.
—Mire, no hablemos de esa doble cobardía.
—¿Por qué doble cobardía?
—Primero, por amenazar escondido detrás de un pañuelo en la cara.
—¿Y segundo?
—Por negarle a los perritos la posibilidad de comer huevos libremente. Ellos también tienen derechos.
—¡Usted no sirve, Eduard!
—Se agradece el cumplido.
—Me hizo reír tanto que se merece una cervecita, con papitas y maníes. Pero no esa del nombre de mujer, porque está bastante cara.
—No se haga problema que ya pedí una picada y una cerveza de envase verde a su cuenta. Le harán precio por ser un cliente tan antiguo.
—¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!
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