Los seis candidatos que competirán este domingo 27 de octubre en las elecciones presidenciales protagonizaron este domingo el segundo debate presidencial en la Facultad de Derecho en la ciudad de Buenos Aires, un encuentro que estuvo marcado por la actitud del presidente Mauricio Macri y del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, que polarizaron la discusión con fuertes acusaciones cruzadas.
El primero en comenzar fue Macri, que en su presentación afirmó que la discusión “tiene que servir para decidir en qué tipo de país queremos vivir”. “Es importante saber la trayectoria de los candidato, no cambio para acomodarme y tengo un candidato a vicepresidente que siempre da la cara”, agregó el Jefe de Estado, que busca su reelección.
Luego fue el turno de Nicolás Del Caño, que criticó el formato del debate y les pidió al resto de los candidatos que “sean serios y no mientan”, y de Roberto Lavagna, quien saludó a las madres en su día y señaló: “Los argentinos tenemos cierta debilidad en correr los temas centrales de la discusión. Los pueblos no tienen paciencia infinita. Mejor asumamos esa realidad”.
Alberto Fernández, por su lado, afirmó: “En la última semana dedicaron mucho tiempo a mi índice, pero mi índice solo marca errores y señala inconductas; sería bueno que se ocuparan de otros índices, el de desocupación, pobreza, de inflación, que este mes dio mucho que hablar, ocupémonos de lo importante”, planteó el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner
Luego siguieron José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión. Todos los candidatos expusieron sobre cuatro nuevos ejes temáticos: Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad institucional y Rol del Estado; Desarrollo social, Ambiente y Vivienda; y Seguridad.
El momento de exponer sobre seguridad, Macri se manifestó con dureza hacia las políticas del kirchnerismo. Fue el primero de los fuertes cruces entre los candidatos del Frente de Todos y Juntos por el Cambio. “Nosotros somos distintos a ellos, abandonan a las victimas del delito, alientan los barrasbravas, descuidaron la frontera; cuando Alberto Fernández fue jefe de Gabinete llegamos a importar 20 mil kilos de efedrina, hoy importamos 20. Esos 20 mil kilos sirvieron para producir droga y ser productor de narcotráfico internacional. Así son ellos, no van cambiar”, afirmó.
Y agregó: “En cuanto al terrorismo también estamos en posiciones diferentes, condenamos a Hezbollah como organización terrorista y el kirchnerismo quiso encubrir a los responsables del atentado en la AMIA”.
Del Caño, en tanto, señaló que muchos miembros de las fuerzas de seguridad formaron parte de la última dictadura militar y apuntó contra la ministra Patricia Bullrich. “Es responsable política de las represiones que terminaron con las muerte de Maldonado y Nahuel”, dijo. También apuntó contra Pichetto: “Quiere igualar a Micky Vainilla”, dijo al compararlo con el popular personaje de humor que inventó Diego Capusotto.
Luego, Lavagna se plantó en el medio entre el gatillo fácil y la mano flácida: “Como en el mundo desarrollado hay que implementar mano justa”.
José Luis Espert, que otra vez se mostró cómodo con el formato del debate, planteó su postura con relación a los cortes de calles y apuntó contra el dirigente social Juan Grabois: “Piquetero que corta la calle, piquetero que termina preso; ¡cuidado Grabois contigo!”, a lo que el referente de CTEP lo replicó en redes sociales. En sintonía se manifestó Gómez Centurión: “Es una vergüenza que los sucesivos gobiernos naturalicen los piquetes. Hay que hacer cumplir la ley permitiendo a los ciudadanos el libre tránsito. El orden público debe volver a ser un valor”, dijo.
Alberto Fernández, a su turno, comenzó por señalar que enseña en la UBA derecho penal hace 35 años y dijo que no hay “soluciones fáciles”. “Es más fácil hablar de mano dura, pero el problema está directamente vinculado a la desigualdad”. Además, prometió la creación de un Consejo de Seguridad para que estos temas se aborden como una política de Estado.
También replicó a Macri: “Gracias a Dios no nos parecemos en nada presidente Macri. Me preocupa que el consumo de droga haya aumentado en estos años, eso quiere decir que el negocio está proliferando”. “Tenemos que ser serios Presidente. El año pasado hubo 3200 personas asesinadas, no creo que sus familias se hayan sentido protegidas por usted”, añadió.
Otro de los puntos que aprovechó el presidente Macri para criticar a Alberto Fernández fue la corrupción en la obra pública. “Ellos son así, cuando gobiernan se creen que son los dueños de la plata de los argentinos. Para generar empleo hay que conectar el país y para eso hay que hacer obras. Pero en la obra pública había una matriz de corrupción, no lo digo yo sino los jueces que condenaron a De Vido, Ricardo Jaime. Se robaban la plata de las obras. Es lo que denunció Lavagna cuando se fue del gobierno. Y Fernández se fue del gobierno sin denunciar nada”, afirmó.
El candidato del Frente de Todos aprovechó la ronda de respuestas y una pregunta de Espert sobre si durante su tiempo como Jefe de Gabinete no había visto hechos de corrupción para responderle a Macri: “Usted con el clan Macri, ¿no vio la corrupción de la obra pública?. ¿No vio la corrupción de su familia? Después nos contó cuando su padre murió que él era el responsable. Hablemos en serio, Presidente, a mi no me va a correr”.
“Cuando tuve diferencias renuncié y me fui a mi casa, y desde que me fui nunca un juez me citó para dar explicaciones, no es la situación del presidente, porque el día que Macri deje el Gobierno lo esperan más de 100 causas, en donde está siendo investigado. No es mi problema, no tengo nada que ver con la corrupción, no me corra por ese lado, puedo darle clases de decencia”, amplió.
Antes, Fernández señaló que para Macri el trabajo es un costo y que lo demostró al “cerrar el Ministerio” (de Trabajo). “El presidente uberizó la economía, y los trabajadores perdieron derechos”, dijo y agregó que el trabajo en blanco “es la mejor garantía de paz social”.“En tiempos de Macri se cerraron 43 pymes por día. Para que el trabajo vuelva vamos a poner en marcha las pymes y lo primero que vamos a hacer es que dejen de pagar tarifas dolarizadas”, explicó.
En el bloque temático dedicado a Federalismo y Calidad Institucional, Espert denunció que la coparticipación promueve el gasto irresponsable y prometió eliminarla. Por su parte, Fernández aseguró que terminará “con los empresarios que corrompen y los funcionarios que se dejan corromper”, y también “con los empresarios que llegan al estado y hacen negocios”.
“Es un sarcasmo hablar de calidad institucional. De un lado, el paradigma de la corrupción, con una candidata que lideró una cleptocracia. De otro lado, un gobierno que protegió los fueros de la doctora Fernández durante dos años”, sintetizó Gómez Centurión.
A su turno, Macri se quejó de que “ahora el kirchnerismo habla de federalismo después de prepotear con látigo y chequera a todos los gobernadores”. También se refirió a la administración pública: “Nos dejaron un Estado sin estadísticas y lleno de militantes. Ahora tenemos un Estado moderno”. En los últimos segundos de su tiempo, aprovechó para resaltar que el kirchnerismo “no acepta y no cree que Maduro sea un dictador”.
Espert, en tanto, les habló a Macri y Fernández: “Ver cómo se tiran misiles me causa un poco de gracia, deberían abrazarse. Muchachos abrácense, tan diferentes no son”, y el candidato del Frente de Todos se preguntó “¿qué pasó con los parques eólicos, cómo fue que su hermano blanqueó dinero cuando la ley lo prohibía?, son dudas que tenemos los argentinos que hablan de su conducta”.
Cuando llegó el bloque dedicado al desarrollo social, Alberto Fernández criticó al Presidente por el aumento de la pobreza.“Cuando terminé su mandato, la argentina va a tener 40% de pobres. El presidente llegó para llegar al punto de la pobreza cero, y mintió, es lo único que supo hacer, la pobreza la multiplicó, pero lo más grave es cómo multiplicó el hambre. Vamos a ocuparnos de que el hambre se termine y también vamos a ocuparnos de cuidar el medio ambiente. Vamos a crear un Ministerio de Vivienda”, explicó.
“Es indignante escucharlos hablar de pobreza, no les creo nada, gobernaron los últimos 24 años y la única idea brillante que tuvieron fue ocultarla. Ellos siempre han usado a los pobres y siempre han hecho clientelismo. 35 años gobernando La Matanza y no hicieron ni una obra”, disparó Macri, en referencia a los gobiernos peronistas.
Lavagna, en tanto, explicó que los últimos dos gobiernos “confundieron desarrollo social con reparto de planes” e insistió en que es posible generar 2 millones de puestos de trabajo en los próximos cuatro años.“Corremos el riesgo de acostumbrarnos a la pobreza, no hay memoria de que había un país distinto”, señaló. Espert, a su vez, consideró que “para la lucha contra la pobreza se necesitan profundas reformas pro mercado”.
A minutos del cierre del debate, Macri dio por sentado que llegará a una segunda vuelta, envalentonado por su desempeño en el debate y luego de la multitudinaria marcha que encabezó ayer sobre la 9 de Julio. “Aguantar la agresividad kirchnerismo es duro, pero aguantar que digan que ellos son los que saben es imposible. Lo peor de todo es que voy a estar dentro de tres semanas escuchando lo mismo. Espero haberme ganado el cielo de por vida”, señaló.
El formato del debate es exactamente igual al de la semana pasada. En la introducción, cada candidato tendrá 45 segundos para presentarse, sin interpelación directa entre ellos, y en cada eje temático tendrán un tiempo de exposición de dos minutos, un espacio de intercambio de 30 segundos y otros 30 segundos para la respuesta o cierre. Al final, contarán con un minuto de cierre.
El debate está dividido en tres bloques, separado por cortes de 12 minutos, y es moderado por los periodistas Marcelo Bonelli, María O’Donnell, Mónica Gutiérrez y Claudio Rígoli. Cada dupla moderará dos ejes de discusión.
El cierre de los candidatos
José Luis Gómez Centurión: “Quiero ser el presidente que rescate al país del fracaso del último gobierno. Quiero un país con orden, con cultura del trabajo, con respeto a la autoridad”
Mauricio Macri: “En las últimas semanas el kirchnerismo volvió a ponerse agresivo y es por lo que están haciendo ustedes. Cientos de miles de argentinos marchando con alegría y en paz”
Nicolás Del Caño: “Macri se va en poco tiempo, se quedan la crisis, el FMI y los gobernador del Frente de Todos, que fueron cómplices”.
Roberto Lavagna: “Proponemos un acuerdo de mínima, que nadie que tome el poder crea que toma el poder todo y para siempre; que el diálogo, aún defectuoso como este, sea un componente permanente, y que el crecimiento y la creación del empleo sea tomado como un dato de mínima y de acuerdo básico entre todas las fuerzas políticas. Viva la patria”.
José Luis Espert: “Mis competidores han demostrado que son parte del problema. Presidente, ahora grita por todos lados que “Sí, se puede” pero durante cuatro años no pudo o no quiso. Fernández, si llega hacer lo que dice que va a hacer va a generar una crisis que va a dejar chiquitita a la de Macri. Cuidados los chantas y chorros, vamos a ser su peor enemigo. El futuro de Argentina es liberal y ya comenzó”.
Alberto Fernández: “Vamos a ponernos de pie, que en la grieta se queden ellos, vamos a abrazarnos todos porque la Argentina puede crecer, nos merecemos el país que todos soñamos”.
Al final, y de la misma forma que ocurrió en el primer debate presidencial, Fernández y Macri cruzaron un frío saludo.