Tarjeta verde-Nació para “premiar”, a diferencia de los acrílicos amarillo y rojo, que son para sancionar. La AFA autorizó su utilización a modo de prueba
Renzo Ferraro, promesa de Argentinos, se preocupó por un adversario golpeado y se acercó a asistirlo. Cuando su rival se incorporó, el árbitro lo llamó aparte… Y le mostró la tarjeta, de un color peculiar, inédito en el fútbol argentino.
Tarjeta verde
La escena sucedió en el encuentro entre el Bicho y Arsenal, disputado en la cancha auxiliar de San Lorenzo, por el torneo formativo de fútbol infantil de las categorías 2008 y 2009. La curiosidad es que el acrílico no era ni amarillo ni rojo. Era verde. De un lado tenía impreso el escudo de la AFA. Del otro, la leyenda “destacado por su espíritu deportivo durante la jornada”. En consecuencia, el joven Renzo completó la secuencia con una reacción que suena paradójica: recibió una tarjeta con una sonrisa.
La tarjeta verde debutó en el fútbol argentino. La Comisión de Fútbol Infanto-Juvenil, con la anuencia de las autoridades, aprobaron su uso en el citado certamen para analizar su impacto. Sus predecesoras, los cartones amarillo y rojo, son empleados como advertencia o para sancionar. La verde, en realidad, es para premiar.
La FIFA ya había autorizado su uso a modo de prueba en el fútbol amateur de las distintas asociaciones. ¿En qué casos puede mostrarla el árbitro según el proyecto desarrollado en nuestro país? Ante la ayuda a un adversario lesionado, reconocimiento de una falla en la decisión arbitral, buen comportamiento de los padres y espectadores y respetuoso empleo del lenguaje con los compañeros y adversarios.
La iniciativa se basó en su aplicación en otros países. La Real Federación Andaluza, por ejemplo, la aplica desde hace tres años. Se utilizó en la Serie B de Italia y también en Brasil, donde hay competencias que, ante igualdad de puntos, se impone el equipo que acumula mayor cantidad de tarjetas verdes. He ahí el puente para su futura implementación en mayores, si es que el proyecto prospera. El Fair Play, como premio efectivo.
Juan Martín Caggiano, de Estudiantes de La Plata, fue el segundo galardonado por un gesto para destacar. Los jóvenes futbolistas se llevaron la tarjeta a sus hogares. Porque los valores también pueden tener un lugar destacado en la vitrina de premios.