-¡¡¡Eduard querido!!! ¿dónde anduvo estos días que estuvo desaparecido?
-Estuve celebrando de más el Día del Amigo.
-¿Y por qué no me buscó?
-No lo busqué porque seguramente usted estaba festejando con sus novias docentes.
-Así es, pero no me hace daño un festejito más junto con usted, mi querido amigo.
-Me gustó mucho la forma en la que festejan los tucumanos.
-Así es. Somos muy cálidos.
-Me llamó la atención la marcha que se hizo en favor de Jesús.
-¿Qué Jesús? ¿Salim?
-¡¡¡No sea zopenco!!! Este Jesús es el que dio la vida por todos nosotros. ¿Acaso usted lo ve a Salim dando la vida por alguien?
-Nooooooo. En eso tiene razón… Pero ¿hubo una marcha?
-Sipi, acá en el centro, con música, murga, gente cantando y alabando a Cristo.
-¿Y cuántos había?
-Unas dos mil personas.
-Hubiese empezado por ahí, porque si me daba ese dato jamás lo mencionaba a Salim.
-¿Por qué?
-Porque no junta ni trescientos votos.
-Ja, ja, ja, esta vez fue usted el que lo dijo. Hágame acordar que nunca sea su enemigo…
-Bueno, no exagere.
-Está bien.
-Cuénteme algo del caso López y sus ramificaciones en la provincia.
-Me contaron que la justicia le pondrá la lupa a aquellos que se enriquecieron de la noche a la mañana.
-¿Y quiénes están preocupados?
-Algunos colegas de López que se volvieron empresarios de la construcción, un calesitero que ahora es multimillonario y un gomero que está sentado sobre una montaña de billetes.
-¿En serio?
-Sipi.
-Pero dígame algunos nombres, tire más pistas…
-Invite un cafecito y le cuento algunos detalles más, pero le aclaro que no soy “buchón”.
-Bueno, invito café con tostadito de jamón y queso…
-Además de jugo de naranja, ensalada de frutas, vaso de yogurt…
-¡¡¡Ya me jodió!!!