Del interés súbito por los escritores, las máscaras en la Legislatura y el amor de los pandas

-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace dándole a esa vieja Olivetti? ¿Acaso está escribiendo sus memorias?

-No, mi amigo. El que escriba mis memorias tiene que tener una pluma exquisita.

-Usted es muy pretencioso.

-No se crea, sucede que también despunto el vicio de la Literatura.

-Ya veo que se hace el Manuel Rivas.

-¡Gran poeta! No me compare que lo mío son los cuentos.

-Eso ya lo sabía, pero ¿está por participar del concurso de un conocido medio?

-No, estoy escribiendo mi aporte para el ciclo de Diario Cuarto Poder, “Escritores contra la pandemia”.

-¿Cómo? ¿No se quiere ganar unos pesitos en el concurso que le digo?

-Nopo. Esos son muy elitistas con los escritores y ahora están haciendo una excepción, pero cuando pase todo volverán a la normalidad.

-¿Usted cree?

-Sipi.

-Bueno, menos mal que nos prestan esta mesita en este bar cerrado al público, que si no, no volvemos Eduard…

-Así es. Además, como no el bar no funciona, uno se tiene que dar maña.

-Pero, dígame, sobre la política tucumana…

-¿Qué cosa?

-El escándalo de los elementos de protección en la Legislatura.

-Creo que hay mucha exageración, aunque no justifico el accionar.

-¿Por qué?

-Se quisieron hacer los “Rambos” de la pandemia y no faltó el comedido que quiso quedar bien y prestarle esos elementos. Nada más.

-¿Nada más? Pero, fue un escándalo en los medios nacionales.

-Sipi, una perlita para estos tiempos de cifras mortales en todo el mundo. Como la noticia de esa pareja de pandas que tuvo relaciones en un zoológico luego de 10 años, gracias a la tranquilidad de no tener público.

-Sí, vi esa noticia. La panda quedó embarazada.

-Una buena noticia. Como la que tengo para comentarle ahora.

-¿Qué cosa?

-Hice un pedido al delivery, usted paga.

-¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!

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