Venció al croata Marin Cilic en cuatro sets y el lunes volverá a ser, al menos, número cuatro del mundo. Este viernes enfrenta a Nadal por un lugar en la final.
Casi un partido nuevo jugaron este jueves Juan Martín Del Potro(5º preclasificado) y Marin Cilic (3º) en el estadio Suzanne Lenglen. Después de la suspensión por lluvia durante el primer set del choque de cuartos de final de Roland Garros, la acción continuó y el argentino se hizo gigante. Se impuso por 7-6 (5), 5-7, 6-3 y 7-5 para no sólo meterse en semifinales: también será, desde el lunes, al menos, el número 4 del ranking mundial.
En la reanudación no había tiempo para hacer adaptación. Estaban 5-5 en el tie break y el que salía más despierto se llevaba el set inicial. Delpo ganó el punto con su servicio y en el siguiente el croata dejó una derecha en la red para provocar el primer grito fuerte del tandilense.
Pero en el segundo la paridad volvió a ser la del jueves. Y aparecieron los quiebres, esos que no habían asomado en el primero. Delpo rompió el saque de Cilic una vez, pero su rival lo hizo en dos ocasiones para terminar ganando el parcial por 7-5.
En una de esas ocasiones, el argentino se enfrentó con un espectador que lo estaba molestado, al que insultó sin tapujos luego de cometer una doble falta. Eso derivó en una queja al umpire y también en el ingreso de un supervisor.
En el tercero empezó despierto Cilic y aunque el de Tandil logró levantar dos break points, el número 4 de mundo quebró y luego confirmó su saque, no sin antes darle una chance a Delpo, para ponerse 2-0. Luego, con el 3-1 a su favor, el croata contó con un par de oportunidades de break. Pero allí se despertó la bestia argentina.
Del Potro levantó esa situación, mantuvo su saque y arrasó con Cilic, que empezó a sumar errores no forzados al por mayor. Le quebró dos veces y le ganó el set por 6-3, inesperado por lo que había sido el comienzo del parcial.
El cuarto set volvió a encontrar la paridad del primero. Pero en este sí habría quiebres. En el undécimo game, Cilic cayó nuevamente en sus propios errores y le permitió a Del Potro sacar para ganar el partido. Y así fue. Se impuso por 7-5 y se metió en semifinales de Roland Garros por segunda vez en su carrera (la otra vez fue en 2009).
Como premio, además de boleto, se lleva un gran cambio en el ranking. Con la victoria logró ascender, por lo menos hasta ahora, al cuarto puesto, igualando su mejor marca histórica. Su última vez en esa ubicación fue en febrero de 2014.
Ahora, el argentino tendrá la chance de vengar a Diego Schwartzman, ya que deberá medirse este sábado ante Rafael Nadal. La otra semi será entre el italiano Marco Cecchinato y el austríaco Dominic Thiem.
Así llegaron al jueves
Difícil será olvidar aquel 27 de noviembre de 2016 en el que Juan Martín Del Potro consiguió una victoria que abrió el paso al título de la Copa Davis. Había perdido los dos sets ante Marin Cilic, el mejor jugador de Croacia, pero lo dio vuelta y, luego, Federico Delbonis venció Ivo Karlovic para que Argentina levantara la Ensaladera en Zagreb.
Desde entonces, el argentino y el croata volvieron a enfrentarse una vez, en Basilea hace un año, pero la de este miércoles iba a ser especial: Delpo, en busca de las semifinales de Roland Garros y del cuarto puesto del ranking que hoy tiene Cilic, un amigo que le dio el circuito.
Pero la lluvia no lo dejó avanzar en este miércoles. El partido se interrumpió dos veces por el clima hasta que finalmente se postergó hasta este jueves. La primera suspensión se dio cuando sacaba Cilic 5-5 y 0-30 en el primer set. La otra, apenas un rato después, ya en el tie break de ese mismo parcial. Del Potro, al saque, estaba 5-5.
El argentino y el croata se conocieron de muy chicos y forjaron carreras similares. Del Potro nació el 23 de septiembre de 1988 en Tandil. Cinco días después, en Medjugorje, llegó al mundo Cilic.
Desde sus años de juniors, sus vidas se cruzaron una y otra vez al punto que ellos, rivales dentro de la cancha, forjaron una linda amistad. Crecieron juntos, compartiendo entrenamientos, juegos y partidos, como la recordada final del Orange Bowl 2013, en la que un Del Potro que todavía no había pegado el estirón venció al croata que le sacaba varios centímetros de altura.
Tal vez por eso, por lo parecido de sus físicos o porque así lo quiso el azar se transformaron en dos jugadores con estilos de juego muy parecidos y construyeron carreras con muchas coincidencias; incluido ganar el US Open: Delpo consiguió el suyo en 2009 al superar a Roger Federer y Marin -que se hizo hincha de Boca por influencia de su amigo- lo hizo en 2014 con una victoria en tres sets ante Kei Nishikori.