El presidente de la Asociación Brasileña de Prensa dijo que el presidente continúa actuando de forma criminal y poniendo en riesgo la vida de otras personas.
La Asociación Brasileña de Prensa (ABP) presentará una demanda ante la Corte Suprema contra el presidente del país, Jair Bolsonaro, a quien acusan de “poner en riesgo” la vida de los periodistas que acompañaron la rueda de prensa en la que anunció el resultado positivo del test de coronavirus.
“A pesar de saber que estaba infectado con la Covid-19, el presidente Jair Bolsonaro continúa actuando de forma criminal y poniendo en riesgo la vida de otras personas”, señaló el presidente de la ABP, Paulo Jerónimo de Sousa, en un comunicado hecho público hoy.
Para la asociación periodística, la actitud del mandatario infringió el artículo 131 del Código Penal brasileño que castiga “practicar, con el fin de transmitir a otros una enfermedad grave de la que se está infectado” o “un acto capaz de producir el contagio”, bajo pena de uno a cuatro años de cárcel y multa.
ABP consideró que el gobernante también violó el artículo 132 al “exponer la vida o la salud de otros a un peligro directo e inminente”.
“No es posible que el país asista sin reacción a sucesivos comportamientos que van más allá de la irresponsabilidad y configuran claros delitos contra la salud pública”, añadió De Sousa.
Bolsonaro, tras ignorar en varias ocasiones las recomendaciones sanitarias, confirmó ayer que está contagiado con el virus tras presentar algunos síntomas, como 38ºC de fiebre y dolores musculares.
No obstante, señaló que se encuentra “perfectamente bien” e informó que se está tratando con cloroquina, un antipalúdico cuyo eficacia contra la Covid-19 no está demostrada científicamente, pero que él defiende como un remedio seguro contra la enfermedad.
Durante la crisis, el presidente calificó a la pandemia -que ya suma casi 540.000 muertes y 11,6 millones de contagios en todo el mundo- como una “gripecita”, y acudió a manifestaciones a su favor además de pasear varias veces por Brasilia, provocando aglomeraciones, porque, según dice, su deber es “estar con el pueblo”.
Brasil es el epicentro latinoamericano de la pandemia y el segundo país más golpeado por el coronavirus, después de Estados Unidos, al registrar 1,66 millones de contagios y cerca de 67.000 muertes, con 1.254 fallecidos en el último día.