Un padre despertó de noche y descubrió en el baño de su casa que su hijo, adolescente, mantenía relaciones sexuales con otros dos jóvenes, pero lo más impresionante fue cuando el chico le reveló que lo que estaban haciendo era “solo” un juego, “el juego de la violación”. Y dijo que habitualmente participaban hasta seis amigos, entre ellos un niño de 9 años.
El hallazgo tuvo de escenario una vivienda de una ciudad del interior de Santiago del Estero, en el departamento General Taboada, de la cual se guarda confidencialidad para evitar identificar a las víctimas.
Violado por un amigo del padre
El adolescente confesó el “juego”, pero reveló que había sido violado por un amigo de su padre, de 56 años, ya detenido por orden de la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami.
En Cámara Gesell, el adolescente habría revelado a los funcionarios que mientras su padre jugaba al fútbol, arribó su amigo y le pidió pasta para afeitarse.
El adolescente se dirigió al baño. Por detrás llegó el sujeto, le tapó la boca, lo redujo y sació sus bajos instintos. El ataque sexual habría sido confirmado por un forense del Poder Judicial, trascendió.
¿Y cuándo comenzó el juego sexual? En su relato, el joven habría manifestado que desde los 8 o 9 años un grupo de amigos lo había ingresado al “juego de la violación”.
Para ellos no era algo malo
Que acostumbraban a reunirse en la casa de alguno de ellos, o bien en lugares apartados. Allí, mantendrían relaciones sexuales. Para el jovencito, ello no significaba algo malo, sino un “juego” reiteró.
La fiscal trabajaría con los dos hechos visibles: al particular “juego de la violación” habría afectado a un grupo de expertos, sin descartar notificar a las familias, en razón de que la minoría de edad requiere un especial rigor formal.
La naturalización de la actividad sexual entre menores generó escozor, y los psicólogos proyectan tratamientos y seguimientos individuales, extensivo inclusive al niño de 9 años. El otro hecho, es claramente el abuso sexual del sujeto mayor de edad contra el adolescente.
fuente: elliberal