El ex ministro de Economía buscará posicionarse como el único peronista con chances reales de ganarle a la ex Presidente. Dice que Cristina está por fuera del partido de Perón.
Roberto Lavagna atraviesa días de definiciones. El reloj electoral no para, la ansiedad de la dirigencia política se multiplica y la necesidad de confirmar su candidatura se volvió un paso clave en el desarrollo de la estrategia de campaña. En dos meses se cumplirá el término para presentar candidaturas. Lo que resta hasta ese entonces es consolidar la idea de que su proyecto es serio y conseguir el mayor respaldo posible para darle volumen de inicio a la estructura política que lidere. Si crece en las encuestas, el apoyo de la mayor parte del peronismo llegará solo.
Cuatro ejes
La estrategia con la que decidieron avanzar en el equipo de trabajo de Lavagna está asentada en cuatro ejes. Cuatro hechos que, si se concretan como imaginan, le permitirán al economista potenciar su ambición presidencial y transformarse en un candidato competitivo para afrontar las elecciones. La táctica demanda paciencia, tiempo y búsqueda de acuerdos permanentes. Y el ex ministro está convencido de llevarla a cabo.
En primer término, en el lavagnismo esperan con ansias la elección que se llevará acabo en Córdoba el 12 de mayo. Si el escenario es similar al que hoy está dibujado en la provincia, Juan Schiaretti, actual gobernador, no tendrá problemas para imponerse en los comicios y renovar su mandato por una amplia diferencia. Si de antemano el futuro era prometedor para el dirigente cordobés, esa proyección positiva se acentuó luego de la fractura de Cambiemos y la confirmación de que competirán dos listas. Una liderada por Mario Negri y la otra por Ramón Mestre.
Triunfo arrollador
En el espacio de Lavagna esperan que el cordobés logre un triunfo arrollador y que envíe una señal de respaldo a la candidatura del economista. La confianza en que ese hecho se dé se construyó después de la reunión que el ex ministro y el gobernador tuvieron en la gobernación de Córdoba el 20 de marzo. Dentro del peronismo, Schiaretti es considerado “el jefe de los gobernadores”, lugar que se le otorga por su experiencia y el liderazgo en uno de los distritos electorales más importantes del país. Su palabra, entienden, tendrá peso específico en un mes de definiciones y en donde gobernadores y legisladores mirarán en detalle las señales políticas.
El ex ministro ya tiene el apoyo del socialismo, el GEN y el sector del radicalismo que no forma parte de Cambiemos. El paso siguiente es lograr ampliar el respaldo de la UCR. Hasta el momento cuenta con el acompañamiento de la rama radical que está fuera de Cambiemos y de la que forman parte Ricardo Alfonsín, Federico Storani y Jorge Sappia. Sin embargo, espera que el apoyo radical crezca. La tensión dentro de la coalición de gobierno genera incertidumbre sobre la continuidad de todo el radicalismo dentro de Cambiemos y despierta expectativa en el círculo del economista. El ex ministro es un candidato potable para el radicalismo y podría encauzar el descontento de aquellos dirigentes que están disconformes con el lugar que Macri le dio a la UCR dentro de la coalición.
fuente. infobae