La búsqueda desesperada que desde el 8 de julio pasado se realiza desde esta ciudad de Carla Romina Pipaon y sus hijas Abril y Julieta de 4 y 9 años sigue sin resultados, aunque todas las miradas apuntan al Brasil, país en el vivió largos años la mujer de 38 años que huyo llevándose a las nenas junto a su nueva pareja, un hombre con una causa abierta por el abuso sexual de su hija menor en la provincia de Misiones y sospechado de pertenecer a una red de pedofilia internacional. .
La pareja tiene pedido de captura internacional dictada por el juez goyano Lucio López Lecube, pero hasta ahora no se han hallado rastros de salidas del país o indicios de donde pudieran estar ocultos. El padre de las nenas, ex esposo de Pipaon, el abogado Lucio Tomasella dijo ayer estar “desesperado y preocupado por la integridad física de sus hijas” ante los antecedentes del Facundo Ramírez, el hombre oriundo de Misiones sobre el que recaen las peores sospechas.
Pipaon, hace muchos años vivió un tiempo en el Brasil hasta que una desgracia familiar, se habría suicidado uno de los integrantes de su familia, hizo que volviera a Goya junto a su madre, aunque en aquel país dejó familiares y amigos con lazos muy estrechos, lo que hace sospechar que pudiera haber buscado esconderse aprovechando esas relaciones.
Tomasella y Pipaon se separaron hace tres años. Dos meses después la mujer volvió a formar pareja junto a Ramírez, pero enterado su ex esposo de los antecedentes judiciales del hombre inició los trámites judiciales para obtener la guarda de sus hijas, lo que tenso la relación al extremo que Carla lo había amenazado con desaparecer, algo que no había tomado en serio “porque nunca creyó que podía suceder”.
El 8 de julio pasado, un hermano de Carla le advirtió sobre la operación de venta de una casa que había realizado la mujer y de su desaparición, lo que generó las denuncias primero y una campaña de búsqueda después que, pese a haber nacionalizado, hasta ahora no dio ningún resultado.

Fuente: CLarín

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