El Indec difundió este jueves los datos acerca de la distribución del ingreso en el país: durante el cuarto trimestre se agravó la desigualdad debido al empeoramiento de las condiciones laborales. Puntualmente, el 10% más rico del país ganó 20 veces más que el 10% más pobre, cuando en igual trimestre de 2017 este cociente se ubicaba en 17 veces.
Estos datos muestran que no solo en la segunda mitad del año la pobreza se elevó al 32%, sino que lo hizo incrementando la distancia entre los más pobre y los más ricos.
En efecto, esta brecha de ingresos entre el decil más pobre y el más rico registraba en el último trimestre de 2017 una distancia de 17 veces, la más baja de la era Macri. Desde entonces la distribución del ingreso se fue haciendo más desigual. Así lo refleja también el coeficiente de Gini -un indicador que vale 0 para la perfecta equidad en la distribución del ingreso y 1 para la desigualdad más extrema- que subió de 0,417 en el último cuatrimestre de 2017 al 0,434 entre octubre y diciembre de 2018.
Este empeoramiento fue acompañado por el avance de la informalidad laboral que en los últimos tres meses del año pasado trepó al 33,7% de los asalariados (versus 32,6% un año atrás).
En consecuencia, en el último trimestre la mitad de los argentinos tuvo un ingreso per cápita familiar menor a $8.250 y solo el 10% de los argentinos contó con más de $21.800 al mes. Así el ingreso per cápita promedio se ubicó en $11.231, precisó el Indec.
Si solo se tiene en cuenta el ingreso individual y ya no cómo se reparte al interior de las familias, la mitad de los argentinos ganó menos de $14.000 y únicamente el 10% más rico superó los $35.000 al mes. Es que el 60,8% tiene alguna forma de ingresos (laborales, pensiones, asignaciones, pensiones) y 39,1% de la población no cuenta con ellos.
Mientras que si se mira solamente la población ocupada, el registro del cuarto trimestre muestra que la mitad de las personas con alguna ocupación recibieron un ingreso inferior a los $15.600 y únicamente el 10% mejor remunerado superó los $35.000.
En tanto, al hacer foco en la población asalariada -donde se elevó la incidencia del trabajo en negro- se observa que la mitad de los empleados ganaron menos de $17.000.
Por consiguiente, la mitad de las familias argentinas tuvo un ingreso de menos de $26.000 mientras que las familias del 10% más pudiente tuvieron ingresos superiores a los $65.000 mensuales en el promedio de octubre, noviembre y diciembre. En tanto, el 10% más pobre de los hogares sobrevivió con menos de $3.550 por mes.