Los efectivos de la División Delitos contra la Propiedad detuvieron ayer a un nuevo sospechoso por el crimen de Martín Quipildor, el chofer que murió por un disparo en la nuca el 31 de mayo pasado en San Cayetano.
Se trata de Iván Díaz “Moco Verde”, de 21 años, quien tenía una orden de detención por parte del Juzgado de la III Nominación del Centro Judicial Capital.
Jugando a la pelota
Mientras realizaban recorridos preventivos en la tarde de ayer, los efectivos alertaron que el sospechoso se encontraba jugando a la pelota en una cancha ubicada al costado del Mercofrut, por lo que inmediatamente montaron un operativo en el lugar bajo la supervisión del comisario Daniel Robles, a cargo de la División Delitos contra la Propiedad.
Persecución y aprehensión
Minutos después, el acusado fue visto caminando por la avenida Américo Vespucio y al advertir la persecución policial, comenzó a huir. El agente Alejandro Diarte logró alcanzarlo y procedió a su aprehensión pese a su resistencia. Incluso, cuando intentaban subirlo al móvil policial presuntos familiares comenzaron a arrojar piedras al vehículo.
El procedimiento estuvo supervisado por el director General de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos, Julio Galván, y su director, comisario Jorge Dib.
Segundo sospechoso
Se trata del segundo sospechoso detenido en el marco de la causa. El primero fue Pablo Pastrana, quien está sospechado de ser el cabecilla de una banda que se dedica al robo agravado de motos, en la que estarían involucradas varias familias del barrio de San Cayetano.
La causa está en manos de la Fiscalía Especializada en Homicidios de la II Nominación, que dispuso que el nuevo detenido sea presentado hoy en Tribunales.
Caso del chofer baleado
El hecho ocurrió alrededor de la medianoche del viernes 31 de mayo en avenida Brígido Terán 1430, cuando Quipildor se encontraba en el interior de su vivienda, guardando su motocicleta y en el momento en que cerraba el portón de su casa, observó que dos delincuentes amenazaban con un arma de fuego a un vecino para quitarle su moto.
Su primera reacción fue comenzar a gritarles para evitar el robo y los delincuentes le respondieron con un disparo que impactó en la zona de la cabeza. Luego se dieron a la fuga.