Este incidente con la afición del Galo obligó a postergar la salida del plantel profesional del club brasileño al Monumental en la previa al cruce de semifinales en la Copa Libertadores.
Luego del 0-3 de la ida, River Plate buscará una auténtica proeza ante Atlético Mineiro para soñar con jugar la final de la Copa Libertadores. Y en la previa al partido se registraron una serie de hechos policiales que empañaron la posible gesta deportiva con los fanáticos del Galo en su camino rumbo al Estadio Monumental.
La División de Contravenciones y Faltas de la Policía de la Ciudad precisó la detención de seis personas en medio de la apedreada sufrida por los micros que trasladaban a los fanáticos del cuadro brasileño, quienes se concentraban en Puerto Madero con la intención de fijar un punto en común para salir en conjunto al barrio de Núñez. La señal deportiva ESPN informó que los daños se habían producido en cuatro micros y las cámaras mostraron los agujeros en el interior del rodado.
Los impactos de los proyectiles variaban en la ubicación y el tamaño. Estos ocasionaron la lógica rotura de los vidrios por los golpes del material contundente. Según las fuentes policiales, hay dos individuos que arrojaron piedras, lesionaron a un brasileño y son investigados por lesiones y daño. Además, hay tres personas por averiguación de daño, y la restante por usurpación de título, ya que “se hizo pasar por abogado”.
Por el momento, no se han registrado heridos de gravedad en este incidente, que también tuvo sus consecuencias con el plantel profesional del Atlético Mineiro. A las 18:49, la delegación del Galo salió del hotel para iniciar su viaje al Estadio Monumental, pero los episodios registrados obligaron a frenar su marcha con la intención de reforzar la seguridad para que no se repita lo mismo en la llegada de los jugadores. El presidente del club, Sergio Coelho, cuestionó la medida: “Si no están dadas las condiciones de seguridad para que vayamos al estadio, no hay partido”.
Casi media hora después del horario señalado, la Policía se mostró en conformidad para dar comienzo al trayecto desde el centro porteño. A los pocos minutos, los efectivos ordenaron parar el ómnibus en plena calle con el mismo argumento de la falta de uniformados, mientras los futbolistas también se mostraban impacientes con Deyverson y Hulk, sentados al frente del piso superior del micro preguntándose qué estaba pasando. Incluso, Coelho se bajó y filmó toda la situación para guardar un registro fílmico. A las 19:33 reanudaron por última vez su viaje, a menos de dos horas para el pitazo inicial.