Estuvo 3 años prófugo acusado de abuso. Había una recompensa de un millón y medio de pesos para encontrarlo.
En la mañana de ayer, la Policía Federal capturó en una zona de quintas de Moreno al abogado Mariano José Mera Alba, hijo de Julio Mera Figueroa, ex ministro del Interior. Mera Alba llevaba más de tres años prófugo con un pedido de captura emitido en marzo de 2019 por el delito de abuso sexual, lesiones dolosas leves y privación ilegítima de la libertad.
Sobre su cabeza tenía una recompensa de $1,5 millones emitida por el Ministerio de Seguridad de la Nación, que fue triplicada a lo largo de los años. Fuentes del caso aseguran que Mera no negó su identidad tras ser arrestado, pero no llevaba encima sus documentos: tuvo que ser identificado a través del cotejo de huellas dactilares, lo que tomó varias horas. Curiosamente, fue encontrado en la calle: no hizo falta un allanamiento para arrestarlo.
Su último domicilio conocido había sido radicado en la zona de Merlo. Mera Alba, hoy de 53 años, había sido asesor en la intendencia del municipio.
Mera Alba fue involucrado en dos causas que tienen una oscura vinculación entre sí. Una tiene como víctima a Micaela Rodríguez, empleada municipal en ese partido y militante y referente de Corriente Peronista Descamisados Merlo. En noviembre de 2017, acusó al abogado de violación, golpes, maltratos físicos y psicológicos.
En el segundo expediente, Mera Alba fue imputado junto a otros tres acusados por el secuestro coactivo de Jésica Natalia Rodríguez. Rodríguez denunció que fue amenazada por el prófugo para que rectificara una denuncia en su contra y para que se presente como testigo en la causa de Micaela.
En mayo de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal N°10 condenó por ese caso a Osmar Moyano y Ernesto Ariel Duarte, a quienes se los consideró responsables de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia y amenazas en concurso ideal con robo. Ambos recibieron penas de cinco años y medio de prisión.
Ahora, Mera Alba deberá enfrentar sus cuentas pendientes: su captura también está requerida por el Juzgado N°56, que no respondió las repetidas consultas sobre el arresto del abogado. La novedad de su captura se manejó con un estricto hermetismo. Entre las sospechas del caso, se cree que podría haber gozado de algún tipo de protección de fuerzas de seguridad que le permitieron moverse de manera impune.
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