Los legisladores debaten en Comisión, mientras frente al Congreso los sindicatos rechazan la ofensiva de la Casa Rosada.
El conflicto entre los gremios aeronáuticos y el gobierno nacional comienza a escalar en el Congreso de la Nación. Pasadas las 11.15 de la mañana comenzó la reunión del plenario de comisiones de Transporte y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados para tratar dos proyectos de ley que apuntan a la privatización de Aerolíneas Argentinas.
El encuentro se lleva a cabo mientras frente al Congreso, y respetando el protocolo antipiquetes que penaliza los cortes de tránsito, todos los gremios aeronáuticos se manifiestan en rechazo de la ofensiva de la Casa Rosada.
La comisión de Transporte es presidida por la radical Pamela Verasay, que responde políticamente al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hombre enfrentado con la conducción nacional de su partido y cercano a la Casa Rosada. Por el lado de Presupuesto y Hacienda, la presidencia la ocupa el ahora libertario José Luis Espert. El encuentro se realiza en la Sala del 2° piso del Anexo C. La Casa Rosada decidió enviar a exponer a José Rolandi, Vicejefe de Gabinete Ejecutivo, y a Franco Mogetta, Secretario de Transporte. También estaba prevista la presencia de Fabián Lombardo, presidente de Aerolíneas Argentinas, pero esto finalmente no sucederá, adujo problemas de agenda.
En el temario a debatir hay sólo dos proyectos que tienen el mismo título: “Declárese sujeta a privatización a la compañía Aerolíneas Argentinas S.A”.
La primera iniciativa es de autoría del diputado del PRO, Hernán Lombardi, junto a otros 20 legisladores de su mismo partido político, y cuenta con el apoyo del presidente del partido, Mauricio Macri. “La propuesta es autorizar al Poder Ejecutivo a la venta de Aerolíneas, es un cambio muy profundo y que estaba en la Ley Bases”, dijo el referente macrista en una entrevista radial.
En el caso del proyecto que impulsa la Coalición Cívica y que tiene la firma de varios de sus colegas de bloque, la dirección es la misma: privatizar a la compañía aérea. “No hay razones para estar atados a una aerolínea de bandera; ya en el mundo no quedan aerolíneas de bandera, salvo en los países árabes, en Rusia, en China y en algún lugar de Europa. Pero después, los países de la región ya no tienen aerolínea de bandera. Esos son puros mitos”, resaltó Juan Manuel López, autor del proyecto.
Teniendo en cuenta que ambas iniciativas apuntan a la privatización, lo más probable es que se busquen los puntos en común con el fin de tener un dictamen único que le confiera más fuerza a la norma una vez que sea expuesta en el recinto.
Tanto es así que Rolandi, el primero en tomar la palabra, dijo que el Ejecutivo venía a “impulsar los dos proyectos. Nostros quisimos avanzar con la privatización de Aerolineas con la Ley Bases pero quedó para otro momento, y entendemos que este es el momento para hacerlo”, dijo el funcionario.
El vicejefe de Gabinete hizo referencia a que “el déficit crónico que Aerolíneas presentó desde su estatización y a esto se le sumó el avasallamiento de la dirigencia de la comoañía sobre todo el mercado aerocomercial” y a partir de esto señaló que esta decisión va en línea con el convencimiento “que el Estado es un pésimo administrador de empresas. La agenda del Gobierno es poder privatizar y que el Estado no tengo más un rol empresario”.
En lo que parece ser ya una costumbre del oficialismo de forzar las números, Rolandi señaló que desde su estatización en 2008 la compañía le costó al Estado USD 8.000 millones. “American vale menos y tiene más de 900 aviones. Aerolíneas tiene 80 aviones, perdimos 900 aviones, si los ponemos uno al lado del otro llegamos desde Buenos Aires a Zárate”.
Quien mostró una diferencia respecto de cómo venía el debate fue Nicolás Massot del bloque Encuentro Federal. “Piensan que sujetar la privatización de una empresa desde el Congreso le permite al PEN tener poderes plenipotenciarios, es decir hacer lo que le plazca. Por eso no votamos el listado completo en ley bases, porque no es lo mismo privatizar una aerolínea que yacimientos carboníferos. El Gobierno tiene que explicar qué va a hacer con la empresa, cómo la van a privatizar. Tienen que venir empresa por empresa que quiera privatizar y explicar qué formato de privatización, qué metodología, qué controles y beneficios al comprador van a dar”, señaló el bonaerense en representación de su bloque.
En esta instancia lo que hizo el diputado bonaerense es adelantar que, si no hay estas modificaciones, el bloque que comanda Miguel Angel Pichetto no acompañaría los proyectos presentados.
Por último, el legislador señaló que es necesaria la conformación de la comisión bicameral de seguimiento de las empresas privatizadas antes de avanzar en la idea de la privatización.
Esto generó un cruce entre el diputado José Luis Espert y Massot. El primero hizo referencia a que la bicameral no estaba resuelta porque “faltan los nombres de su bloque”. Esta suscitó la respuesta del bonaerense quien pidió la palabra y dijo que “nunca llegó la notificación formal. En esta casa en donde ahora se acostumbra que sea todo informal, blue, en departamentos privados, en asados ocultos, a nosotros no nos llegó el pedido formal”.
Al igual que en el primer momento en el que se debatió la Ley Bases, lo más probable es que en la Cámara de Diputados la privatización de la compañía aérea avance con el apoyo de LLA, el PRO, parte de la UCR, la Coalición Cívica y bloques provinciales. El problema nuevamente lo van a encontrar en el Senado de la Nación, donde ya fue rechazado una vez y, teniendo en cuenta que la conformación de la Cámara todavía es la misma, el escenario no cambió en nada.
”Los patagónicos siguen siendo el 25% de la Cámara y en este caso están de acuerdo entre ellos. No querían antes ni quieren ahora la privatización porque entienden que una compañía privada dejará de volar a muchos destinos a los que hoy sólo llega Aerolíneas Argentinas y que saben que no son rentables”, explicó un senador de la oposición que votará en contra de una posible privatización.