Las reservas son la última línea de defensa del Gobierno para evitar una nueva crisis cambiaria. Pero apuestan a que una alta adhesión al canje permitirá achicar la brecha sin nuevas medidas restrictivas. El Gobierno ve “brotes verdes” en distintos sectores de la economía pero que se podrían marchitar rápido si las variables financieras se salen de control.
“Algo hay que hacer, esto no da para más”. La amarga reflexión se escuchó el viernes a la tarde en el Banco Central, en el cierre de otra semana complicada. Las ventas de “dólar ahorro” ya superan los USD 600 millones y todo indica que este mes podría llegar a un récord de USD 1.000 millones. Aunque se trate de pequeños ahorristas que se llevan de a USD 200 por mes no deja de ser otra cara de un fenómeno que hace años carcome a la economía argentina: la fuga de capitales.
La progresión encendió las luces rojas no sólo en el BCRA sino en todo el Gobierno. En mayo las ventas habían sido de USD 400 millones, en junio subió a poco más de USD 600, el mes pasado ya escaló a USD 700 millones y este mes llegará a un nuevo récord.
Aún cuando los ahorristas dejen los dólares en plazo fijo, dejan de pertenecer al Central. Es decir que siguen computando como reservas, pero automáticamente dejan de ser “líquidas”.
fuente: infobae