Trump firmó las órdenes ejecutivas en una ceremonia en las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional, cuyo nuevo titular, el general retirado John Kelly, fue confirmado por el Senado el pasado viernes.
“Acabo de firmar dos decretos que salvarán miles de vidas”, afirmó exultante el republicano. “Estamos en medio de una crisis con nuestra frontera sur. El aumento sin precedentes de inmigrantes ilegales está perjudicando tanto a México como a EEUU”, afirmó. Y agregó: “Aumentaremos la seguridad de ambos países y EEUU retomará el control de sus fronteras”.
“Vamos a trabajar con nuestros amigos en México. Vamos a salvar vidas en ambos lados de la frontera y pienso que podremos mejorar nuestras relaciones”, aseguró el mandatario.
El republicano, además, afirmó que Kelly se encargará de la construcción inmediata de un muro fronterizo. “Es algo que se necesita tanto. Vamos a sacar a los criminales, a los líderes de pandillas, y Kelly será la punta de lanza en cuanto a ese esfuerzo”, consideró.
La orden relativa a la muralla fronteriza ordena destinar fondos federales a la planificación y construcción del muro, a falta de que el Congreso apruebe el presupuesto necesario para su construcción. Además, aumenta el número de oficinas de control y aduana: “No tengo un mayor deber que proteger la vida de las familias estadounidenses”.
El mandatario invitó a la ceremonia a familiares de personas asesinadas por indocumentados: “Esta tarde estamos aquí con padres que perdieron sus hijos por ataques de inmigrantes ilegales”.
Más temprano, en una conferencia en la Casa Blanca, el secretario de Prensa, Sean Spicer, confirmaba la firma del decreto que habilita la construcción del “muro en la frontera sur de los EEUU”. Además, volvió a decir lo que el republicano repitió durante toda su campaña, que México pagará por él.
Según declaró Spicer, el decreto es el primer paso para asegurar la frontera. “El pueblo de EEUU es quien decide quién puede entrar a
nuestro país. Vamos a ponerle fin a la política del gobierno anterior y
ahora sí vamos a perseguir a los inmigrantes ilegales con antecedentes
criminales”, afirmó.
El funcionario de Trump afirmó que la construcción de la “barrera no fue sólo un eslogan de campaña, sino que se trata de sentido común”.
Precisamente hoy, el canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario de Economía de ese país, Ildefonso Guajardo, se encuentran en Washington para mantener una serie de reuniones con el gobierno de Trump y abordar las modificaciones que quiere llevar a cabo el presidente sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y otras medidas migratorias.
La mano dura con la inmigración fue una de las promesas que llevaron a Trump a la Casa Blanca con una inesperada victoria el pasado 8 de noviembre frente a la demócrata Hillary Clinton.