La Cámara Nacional de Casación confirmó penas de 7 a 16 años de prisión para los agentes de la PFA y un penitenciario. Según uno de los jueces, los condenados sólo las trataban como “objetos para desahogar su apetito sexual”.
Poco más de tres años después, la Justicia confirmó las condenas de entre 7 y 16 años de prisión para seis policías federales y un penitenciario que entre 2009 y 2011 abusaron sexualmente de dos hermanas de 13 y 14 años, aprovechándose del “grave estado de vulnerabilidad” de las víctimas.
Según uno de los jueces, los condenados sólo las trataban como “objetos para desahogar su apetito sexual”.
Cuando fueron abusadas, las chicas vivían en situación de calle. Las atacaron en el predio que el Cuerpo de la Policía Montada tiene en Cavia 3302, en el barrio porteño de Palermo, y en una pensión para policías de la calle Warnes al 2100 en La Paternal.
El Ministerio Público Fiscal de la Nación informó a través de su página web que la Sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional dejó firmes las sentencias dictadas en 2016 por un tribunal de primera instancia.
Según el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 17 porteño, para cometer los abusos, los condenados se aprovecharon del “grave estado de vulnerabilidad” de las dos hermanas, de la relación de superioridad y del poder que tenían sobre ellas por la mayoría de edad y por la condición de funcionarios públicos que tenían. Al juicio habían llegado en libertad.
Para la Justicia, las víctimas, la mayoría de las veces, eran buscadas en el Parque Lezama, de La Boca, y luego eran llevadas a una pensión situada en Warnes 2105 -donde vivían mayormente agentes y aspirantes de la Policía Federal Argentina- o al predio del Cuerpo de Policía Montada, ubicado debajo de la autopista “Presidente Héctor Cámpora”.
Una vez allí, las dos adolescentes -de 13 y 14 años al momento en que se iniciaron los abusos- fueron violadas por los siete condenados: seis agentes de la PFA y uno del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Los hombres contactaban de manera telefónica a las chicas y les indicaban la hora y el lugar por donde pasarían a buscarlas; y en algunos casos, les daban dinero para cubrir “los gastos de traslado”.
De acuerdo a la sentencia, en varias ocasiones les enviaban luego unos mensajes amenazantes para que siguieran bajo su control “a fin de satisfacerlos sexualmente”.
Los policías Sebastián Borfitz y Héctor Palavecino recibieron una pena de 16 años de prisión cada uno, con el agravante de haber abusado de su autoridad por ser agentes de una fuerza de seguridad.
Al agente Gustavo Salinas le fijaron una pena de 14 años, mientras que Mauricio Acevedo fue condenado a 12 y medio y su hermano Jorge, oficial del SPF, a 12. Mientras que Héctor Martínez y Miguel Campero fueron sentenciados a 10 y 7 años de prisión, respectivamente, por los mismos abusos pero sólo contra una de las víctimas.
fuente: clarín