Diego Martín Campos, de 22 años, murió la noche del 24 de septiembre en el jardín de una casa ubicada en el pasaje Díaz Vélez al 1.700, a la que intentó ingresar junto con otro joven, cuando escapaba de varios sujetos que lo perseguían a bordo de una camioneta.
Los peritos consataron que había recibido dos disparos, uno en la espalda y el otro en el pecho. Al revisarlo encontraron $ 2 mil y dos celulares, con los que empezaron a reconstruir lo que había ocurrido horas antes, y que terminó con la muerte del joven.
Lograron determinar que Campos y su cómplice habían robado el celular a otro joven, quien habría ido en busca de sus familiares para que lo ayuden a recuperarlo. Habló con su suegro, sargento de la Policía, su cuñado, agente de la fuerza, y una cuerta persona aún no identificada.
Todos subieron a una Toyota Hilux con la que buscaron a los ladrones hasta que dieron con ellos y comenzó una persecución que terminó en el lugar del homicidio, donde los fugitivos perdieron el control de la moto y cayeron, tratando de completar la fuga a pie.
Un allanamiento permitió dar con la camioneta, que fue secuestrada, al igual que los celulares de los familiares de los sospechosos, quienes por el momento siguen en libertad, dado que no hay pruebas fehacientes en su contra.
Sucede que los familiares del joven muerto no hicieron denuncia alguna. Sólo se limitaron a pedir la entrega rápida del cuerpo para darle sepultura. Tampoco quisieron identificar al cómplice que logró escapar. En cuanto a la moto que usaban, desapareció de la escena del crimen.
fuente: contexto