La justicia federal había negado allanamientos solicitados por la Di.Dro.P en la misma propiedad.
Hacía varios meses que las pesquisas de la Dirección Drogas Peligrosas de la policía tucumana (Di.Dro.P)seguían los movimientos en un kiosco de barrio Sur. Mucha clientela en horario inusual fue lo primero que llamó la atención. Con el ojo puesto en el lugar, los investigadores concluyeron que, además de golosinas, allí se vendían envoltorios de cocaína y marihuana. Pero, en aquel momento la Justicia Federal rechazó las medidas solicitadas.
El miércoles pasado, una orden de allanamiento, esta vez por parte de la Justicia provincial, ordenaba que el local ubicado en San Lorenzo al 700 fuera allanado en el marco de una denuncia realizada por una mujer que acusó al propietario del lugar por abuso sexual. Al requisar el negocio, personal de la comisaría Primera no encontró al sospechoso pero sí 17 bochitas de cocaína y un cigarrillo de marihuana.
Con este hallazgo, tomó nuevamente intervención la Di.Dro.P al mando del Comisario Manuel Castaño, quien supervisó las medidas llevadas a cabo esa noche y lamentó que no se haya actuado con anterioridad.
De acuerdo a la investigación que realizaron los efectivos de la Di.Dro.P, el acusado de narcomenudeo tenía vinculaciones con un hombre oriundo de Santiago del Estero, detenido hace unas semanas y sería su proveedor. Por la denuncia de abuso sexual, interviene la Fiscalía de Instrucción Especializada contra la Integridad Sexual, mientras se espera que por la comercialización de estupefacientes lo haga la Justicia Federal.