Se conocieron los datos de la primera Encuesta de actividades de Niñas, Niños y Adolescentes realizada en la Argentina por el ministerio de Trabajo de la Nación.
“Cuando sea grande quiero ser…”. No todos los niños pueden darse el lujo de ser niños. La infancia en la Argentina está en peligro cuando se analizan las cifras alarmantes que arrojó la primera “Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes” (EANNA) que se realizó en el país: el 9,4% de los trabajadores del país tienen entre 5 y 15 años.
La encuesta se presentó en el marco de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil donde se dio a conocer por primera vez en la Argentina datos acerca de las actividades de niños y niñas y adolescentes de todas las regiones del país, divididas en zonas rurales y urbanas.
El informe, realizado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, fue el primero en abordar la problemática, con datos que fueron acompañados e interpretados con el apoyo de UNICEF e INDEC.
El censo fue realizado en diferentes regiones del país -NOA, NEA, Cuyo, Centro, Patagonia y GBA-, distinguiendo también los diferentes estatus sociales que se dividen entre las zonas rurales y urbanas.
Consultada la doctora Nora Leal Marchena, médica psiquiatra infantil (MN 44478), acerca de las consecuencias a largo plazo que genera el trabajo infantil en los niños. Una de las tantas razones por las que los chicos trabajan, según los datos de la encuesta, es por la necesidad de sostener el hogar. En total, un 57,5% de niñas y niños en el área urbana trabaja por la necesidad de ayudar a su familia por cuenta propia, mientras que, en áreas rurales, el número alcanza a 50,1%.
“Cuanto más temprano se da el trabajo infantil, más daño hace, no solamente porque el niño tiene la necesidad de aprender, sino porque también deben jugar y relacionarse con chicos de su edad”, aseguró la experta, quien resaltó que lo más importante es poder ver el entorno y el contexto en el que se desarrolla esta problemática.
Un gran luchador de los derechos del niño es el doctor Abel Albino quien fundó la ONG CONIN , que llucha contra la desnutrición infantil y que despacito gracias a la infatigable tarea del doctor Albino se ramifica en todo el país . Para él la clave para que el niño crezca en un entorno positivo es que sea feliz: “Queremos niños felices. Exigimos un compromiso real con el niño que sufre. La solución está en nosotros, no en la criatura: ellos están esperando que hagamos algo. No importa de qué país, región, ciudad, no podemos mirar para el costado. Vivir no es sólo existir, sino que es existir y crear, y soñar. No estamos para descansar, estamos para hacer cosas increíbles”, destacó el profesional en la Cumbre Internacional Jóvenes Líderes de este año.
Siguiendo con la línea de Albino, la doctora Leal Marchena resaltó a Infobae la necesidad del juego en los niños, ya que se trata de la esencia de la infancia. “Ellos serán el futuro, y perderse estas experiencias tendrá repercusiones en su adultez. El contexto familiar de los niños es fundamental ya que trabajar, muchas veces es aceptado por ellos como algo natural”.
Además, Leal Marchena se refirió a las diferentes categorías que se encuentran diferenciadas en la EANNA, trabajos relacionados al mercado, al autoconsumo y a la doméstica intensa. “El tipo de trabajo que realice el niño será también un disparador y modulador de las futuras secuelas, ya que hay que diferenciar a qué tipo de labor se enfrenta. Por supuesto que no es lo mismo un niño que mendiga en la calle,que un niño expuesto a los desechos tóxicos en el campo o que un niño ejerciendo la explotación sexual”, advirtió.
La comparación de oportunidades entre los que finalizan sus estudios y los que no se relaciona directamente con el entorno y con las experiencias que tuvo que enfrentar la persona, en este caso el niño o joven. Allí aparecen realidades drásticamente diferentes que impactan sobre las oportunidades: tendrá más oportunidades un niño que llega a su casa y tiene un plato de comida caliente y duerme bien; que aquel que trabajó todo el día”, afirmó la especialista en referencia a que un 5,7% de niñas y niños que trabajan, entre la población urbana, no asiste a la escuela, mientras que en el ámbito rural el porcentaje equivale a 10,1%.
“El trabajo infantil es la puerta para otras cosas que traen lamentablemente consecuencias negativas para sus vidas, como las drogas, ya que los chicos se refugian en ellas para escapar de la realidad o incluso de la explotación sexual familiar o social”, dijo Leal Marchena.
Es importante inculcar la cultura del trabajo, incluso como un valor familiar. “El problema es que si bien hay que tener en cuenta el contexto y el entorno, el niño que trabaja siempre termina siendo explotado, sin tener en cuenta sus derechos básicos, y destruyendo así la infancia del menor”, concluyó la especialista.
Fuente: Infobae