crimen

El crimen de Nelson Lautaro Pérez (20), ocurrido el pasado 4 de marzo en inmediaciones del parque Guillermina, sigue generando controversia en la justicia tucumana. La reciente libertad del guardiacárcel Lucas Eduardo Gaitán Soraire (30), quien disparó contra Pérez y B.I.M. (15) tras un robo, no significa el cierre del caso. Al contrario, las dudas sobre el accionar del imputado y la cantidad de disparos realizados han llevado a los investigadores a profundizar en el expediente.

El día del hecho, tres jóvenes a bordo de una motocicleta interceptaron al sacerdote José Abuín en la calle San Martín al 3.800, lo derribaron y le sustrajeron su bicicleta. Al presenciar la escena, Gaitán Soraire se identificó como policía y persiguió a los presuntos ladrones hasta la intersección de Félix de Olazábal y San Martín.

Según la Fiscalía de Homicidios II, el guardiacárcel disparó con un arma no autorizada, hiriendo de muerte a Pérez e impactando a B.I.M. (15). Los tres jóvenes continuaron su huida hasta que, al llegar a Rufino Cossio y Crisóstomo Álvarez, Pérez cayó gravemente herido y sus compañeros escaparon.

Uno de los puntos más debatidos del caso fue la declaración de Benjamín Jeremías García Jiménez (18), quien resultó ileso. Durante un interrogatorio, el joven admitió que salieron a “laburar”, término que utilizaban para referirse a robar. También mencionó que, tras los disparos, se rieron de la situación hasta que Pérez notó que estaba herido.

Esta confesión, sin embargo, fue cuestionada por la defensa, ya que el joven no contaba con asistencia legal al momento de hablar con los investigadores. La querella, representada por Manuel Pedernera, solicitó que se excluyera del expediente, argumentando que se obtuvo de manera irregular.

En la audiencia, la defensa de Gaitán presentó una foto que circuló en redes sociales, donde los amigos de Pérez se despedían de él con la frase: “Te recordamos por los robos que hiciste”. También sumaron otra imagen en la que el joven aparece sosteniendo un arma de fuego.

El querellante Pedernera criticó la maniobra, argumentando que se intentaba criminalizar a la víctima y justificar el accionar del guardiacárcel. Además, hizo referencia al historial delictivo de la familia de Pérez, recordando que su padre, Carlos Pérez, asesinó a su hermano en 2023 y cumple condena en el penal de Villa Urquiza.

El padre Abuín, víctima del robo, confirmó que los jóvenes lo hicieron caer y huyeron con su bicicleta. También declaró que uno de ellos realizó un ademán como si ocultara un arma, lo que lo dejó en estado de shock. Sin embargo, la defensa sostiene que su relato ha sido contradictorio, ya que en entrevistas periodísticas habló de un intento de robo, mientras que en la causa afirmó que se consumó el delito.

El sacerdote también indicó que Gaitán se identificó como policía federal, lo que la fiscalía consideró un posible intento de encubrimiento por parte del acusado. Gaitán lo desmintió, asegurando que se presentó correctamente y que incluso ayudó al cura a subirse a su moto por el golpe que había sufrido.

El caso aún tiene dos grandes dudas sin resolver

¿Cuántos disparos se realizaron realmente? Gaitán afirmó haber disparado una sola vez, pero los testigos mencionaron al menos tres detonaciones. La policía halló una vaina servida de 9 mm, coincidente con el arma del imputado, pero no se encontró la otra. Esto abre la posibilidad de que otra persona haya disparado.

¿Por qué Gaitán no avisó a las autoridades tras el hecho? La defensa del guardiacárcel argumentó que no sabía que había herido a los jóvenes y que se enfocó en ayudar al sacerdote. Sin embargo, la querella sostiene que era imposible que no se diera cuenta y que su accionar fue el de un “justiciero” que actuó fuera del marco legal.

El crimen en el parque Guillermina sigue generando debate en el ámbito judicial. Mientras la defensa insiste en que Gaitán actuó para detener a los ladrones, la querella sostiene que abusó de su rol y cometió un homicidio injustificable.

Las próximas semanas serán claves para determinar el destino judicial del guardiacárcel y definir si su accionar se enmarcó dentro de la legítima defensa o si hubo un exceso punible. Mientras tanto, el caso continúa abierto y las dudas siguen sin resolverse.

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