Wesley Murakami prometía a sus pacientes un rostro fresco y renovado. Ellos quedaron deformados por sus prácticas y lo demandaron
Wesley Murakami prometía a sus pacientes un rostro fresco, renovado, apenas intervenido. Sutilmente mejorado. Sin embargo, lo que decenas de pacientes vieron al espejo era una estafa. Una estafa que los deformó de por vida.
Radicado profesionalmente en Goiania, en el centro de Brasil, atendía a quienes solicitaban cita en su clínica con una sonrisa. Les prometía que todo lo que ellos querían podía hacerse gracias a sus técnicas plásticas novedosas.
Pero ahora, todos esos pacientes se sienten estafados. Creen que hubo mala praxis por parte de Murakami quien les inyectó una cantidad excesiva de productos prohibidos como Metacryl o PMMA, en sus procedimientos. De acuerdo al Consejo Médico de Brasil, el uso del producto PMMA (polimetilmetacrilato) solo debe ser inyectado dentro de los límites prescritos de cinco mililitros.
Este producto considerado muy peligroso y algunos países, como en los Estados Unidos, su uso está prohibido.
Al menos 40 de ellos iniciaron un juicio al médico por haberles dejado serias secuelas en sus rostros. Además de los daños irreversibles en sus cuerpos, muchos de ellos comenzaron a sufrir depresión y algunos tuvieron intentos de suicidio.
Durante la semana, varios de sus pacientes se animaron a compartir sus rostros y hacer público el sufrimiento por el que atravesaron tras someterse a la experiencia de Murakami, a quien se le suspendió su licencia temporariamente.
Alexandre Garzon, de 35 años, es uno de los damnificados. Además de demandar al médico por el valor de la cirugía realizada en 2014, también quiere una compensación por los daños ocasionados. “Me dijo que luciría realmente bien y que todas las marcas en mi rostro desaparecerían“. Por el contrario, su cara se deformó.
“El plástico permanecerá en mi cara por el resto de mi vida. Este tipo debe ser detenido porque continúa arruinando la vida de muchas personas“, agregó la víctima, según informó DailyMail.
Otra víctima de 28 años que no quiso ser identificada pero publicó sus imágenes atravesó lo mismo que Garzon. “Mi cara estaba distorsionada. Me avergoncé de ir a la escuela y el estrés de la enseñanza hizo que mi cara se hinchara aún más. Debía cubrir mi rostro con el pelo y la gente me miraba extrañada“.
De acuerdo a la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica, Murakami no reunía las calificaciones como para ejercer la especialidad. “Aunque parece un procedimiento simple y sin riesgos, lo que hemos visto en nuestras clínicas es que los pacientes acuden a nosotros con complicaciones derivadas de profesionales que no son especialistas. Este producto no es una sustancia absorbible y causa una reacción inflamatoria. Es imperativo enfatizar que las personas nunca deben realizar estos procedimientos con aquellos que no son especialistas“, dijo Sérgio Conceição, director de la asociación.
En su cuenta de Instagram, Murakami muestra casos de éxito para contrarrestar las noticias y las fotos que que invadieron los medios brasileños. Dice estar “indignado por las calumnias e injurias que se hablan“.
“Mis abogados se están informando sobre las denuncias que se fueron formalizadas y con certeza vamos a aclarar todos los hechos y resolver cada cuestión. Algunas personas han cobrado una sola respuesta ante tantas acusaciones, sin embargo hay un momento para todo. Quiero contribuir con todo lo que sea posible para el buen desarrollo de las investigaciones y el proceso“, dijo el cuestionado médico en un comunicado.