El programa SAIB, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, es una herramienta pericial interesante. La sigla significa “Sistema Automatizado de Identificación Balística”. Tiene como fin generar un perfil de identidad de cada arma peritada en causas investigadas para luego registrar ese perfil en una base de datos. El programa permite conectar hechos dispersos, aparentemente sin coincidencias entre sí, permite conocer la ruta de cada pistola. Es, en sí, al menos desde su propuesta, el registro del ADN, de la biografía delictiva de cada arma empleada por los criminales argentinos.
Información aportada recientemente por el programa SAIB a la causa que investiga la muerte de Brian Aguinaco reveló algo escalofriante: la pistola calibre .9 mm que se usó para asesinar al adolescente de 14 años en Flores el 24 de diciembre, fue usada dos semanas después en un intento de homicidio por “La Banda de la Salita” de la Villa 1-11-14, llamada así por juntarse cerca de la sala CESAC de atención primaria sobre la avenida Charrúa.
La banda fue allanada hoy por Gendarmería y Policía Federal con cuatro detenidos. B.J.G, el menor acusado de ser el conductor de la moto en el ataque que le costó la vida a Aguinaco y Luis “Yun” Gómez, el presunto tirador hoy preso y procesado, pertenecieron a ella según inteligencia policial. Erick Blas González, el hermano del menor arrestado hoy en la 1-11-14 en el operativo de 24 allanamientos, está sindicado como el líder del grupo.
El dato de la reaparición de la pistola consta en el expediente del caso Aguinaco en documentos y fue recabado por el fiscal original del caso, Ignacio Mahiques; hoy el expediente está en manos de los doctores Adrián Giménez y Marcelo Munilla Lacasa. El nuevo crimen de la pistola, cuya investigación tramita en el Juzgado N°7 a cargo del doctor Omar Peralta, ocurrió el 4 de enero pasado también en la Villa 1-11-14: la víctima fue un ciudadano boliviano. Dos presuntos miembros de la banda ingresaron en su vivienda para usurpársela. El hombre, al resistirse, se llevó un tiro que lo hirió.
Según datos de la Cámara Criminal y Correccional, hay hasta ahora un solo imputado en el expediente: Gustavo Daniel Mendieta, alias “El Pela”. El fiscal Mahiques sabía muy bien quién es el “Pela“: incluyó su presunta casa sobre la calle Charrúa en la lista de 24 homicidios. La inteligencia recopilada por Mahiques de diversos efectivos de fuerzas de seguridad señalan a Mendieta como uno de los principales jugadores de la “Banda de la Salita”, capaz de esgrimir una metralleta en violentos golpes.
La modalidad de usurpar casas no era nueva para la banda. Una testigo aseguró que la pandilla “usurpa a bolivianos que no tienen quiénes los defiendan. Se les meten con armas, entre ellos circulaba una metralleta que manejaba ‘el Pela’ Mendieta y después venden los departamentos por Facebook”.
La modalidad no es nueva en el Bajo Flores tampoco. A fines de diciembre pasado, un tiroteo con Gendarmería en el asentamiento reveló el ataque serial sobre el barrio Illia de una presunta banda de chicos argentinos que trabajaba “para una familia pesada del barrio”, según un investigador judicial, para expropiar las casas de bolivianos y peruanos a punta de pistola. Un departamento en reventa negra podría costar hasta 80 mil dólares.
El informe del SAIB le reveló también a Mahiques que el arma que mató a Brian Aguinaco fue empleada en otros tres hechos más, enfrentamientos armados entre bandas y causas por coacción con fechas entre el 12 de junio y el 8 de agosto. Este último, enfrentamiento entre bandas en el interior del barrio Illia de la 1-11-14, fue filmado por cámaras de seguridad: se puede ver a Erick Blas disparando.