El crimen más impresionante de los últimos años, que conmocionó a Tucumán desde el mediodía del sábado, fue también el más fácil de esclarecer para la Policía y la justicia, ya que todo quedó filmado y los testigos identificaron claramente al autor.
Por eso, pocas horas después de que Miguel Bartolomé Cajal le destrozara el cráneo de un escopetazo a Ariel Melián cuando transitaba en un carro frente a su casa, los uniformados lograron que el hombre de 74 años se entregara, en medio de la hostilidad de los familiares del fallecido.
Por el momento hay dos versiones sobre cómo se desencadenó el ataque (que lo vio venir y aprovechó y que lo estaba esperando), aunque todos los que las sostienen coinciden en que el trasfondo fue el robo cometido por Melián, del que fue víctima Cajal, aunque en la Policía no tienen registrada denuncia alguna al respecto.
Es casi seguro que por su edad, el autor del brutal crimen, cuyas terribles imágenes se viralizaron en cuestión de horas, recibirá prisión domiciliaria. Aunque por lo que se vio cuando se entregó, queda claro que le resultará difícil seguir viviendo en el lugar, que fue atacado a pedradas por los familiares del joven al que mató.
fuente: contexto