La emisión de máxima denominación entrará en circulación este viernes. Además, el organismo trabaja en la puesta en marcha de monedas de 5 y 10 pesos.
El Banco Central presentó este jueves el nuevo billete de mil pesos que lleva la imagen de un hornero y representará el de mayor valor en el país.
La presentación del papel moneda se realizó en una escuela de Lobos, provincia de Buenos Aires. Entrará en circulación a partir de este viernes.
En la actualidad se encuentran en vigencia los de 200 y 500 pesos, con las figuras de una ballena franca austral y de un yaguareté, respectivamente, en el marco de la implementación de figuras de animales característicos del territorio argentino.
A principios de octubre, la autoridad monetaria había lanzado el nuevo billete de 20 pesos con la imagen de un guanaco, en un acto concretado en la ciudad de Río Grande.
EL IMPACTO DE LOS NUEVOS BILLETES
La introducción de la nueva familia de billetes implica una importante renovación del circulante, así como una mayor eficiencia y reducción en el gasto de impresión. De esta manera, durante todo 2017 se imprimirán billetes de alta denominación para abastecer la demanda de efectivo, la reposición de circulante deteriorado y contar con una reserva apropiada de resguardo, por 237.500 millones de pesos. Esta cantidad de efectivo será abastecida mediante la impresión de 300 millones de billetes de $200, 145 millones de $500 y 105 millones de $1.000, totalizando entonces 550 millones de billetes. Si ese monto fuera suplido solo mediante billetes de $100, se requerirían 2.375 millones de billetes.
El costo unitario de cada billete de $200 y de $500 es de aproximadamente $1,65, cada billete de $1.000 cuesta cerca de $1,90, mientras que el costo de los de $100 es de $1,47 por unidad. Por lo tanto, la fabricación de numerario para abastecer la demanda de circulante de alta denominación le insumirá al Banco Central un gasto de impresión de $933 millones en 2017. Si lo hubiese hecho solo con los viejos billetes de $100, el costo total incurrido hubiese sido de $3.491 millones. De esta forma, las nuevas denominaciones permitirán ahorrar $2.558 millones este año.
Asimismo, gracias a la introducción del billete de $1.000, se reducirá el costo de transporte, acarreo y guarda de dinero, que es uno de los más importantes del sistema bancario argentino.
Fuente: Infobae