Por Julio Denis* para DIARIO CUARTO PODER | Los números de Argentina y Brasil muestran el éxito y el fracaso contra el coronavirus.
Argentina y Brasil son países vecinos. Nos dividen 1236,2 kilómetros de ríos y canales y más de 25,1 kilómetros por las cuencas hidrográficas, una gran frontera. Los cultivos y exportaciones se parecen muchísimo y también tienen un paladar refinado por la buena carne y la misma pasión y locura por el fútbol que Argentina, cosa que no es poca.
Las cercanías entre ambas naciones no sólo se circunscriben a lo social, sino que también son grandes socios financieros en el Mercosur. Así como encontramos grandes cercanías, también podemos hallar más de una diferencia, pero es una de ellas la que en estos momentos de pandemia marca las opciones entre la vida y la muerte.
La vida antes que el mercado
Cuando Argentina tenía al coronavirus golpeando su puerta, Alberto Fernández decidió tomar la elección más valiente de la que se tenga memoria, aplazar la economía y darle prioridad a la vida. A más de uno le resultó antipático el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio decretado por el Presidente el 20 de marzo, pero hoy está más que claro que fue la mejor de las decisiones.
La pandemia del coronavirus encontró a Argentina en un estado vulnerable, con un nivel de endeudamiento jamás visto, producto de 4 años de políticas regresivas y anti populares, la negociación de la deuda pasó a un segundo plano y desde la presidencia, así como desde el gobierno provincial, conformado por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, no se hicieron esperar las acciones.
El mercado antes que las vidas
Hoy, a más de 60 días del comienzo de la cuarentena, los brasileños ven con terror lo que su presidente no supo detener. Jair Bolsonaro tuvo la oportunidad única de ser quien protegiera a todos los habitantes de su país y como buen gobierno de ultra derecha, decidió darle prioridad al mercado que a las vidas. Brasil hoy reporta cerca de 1200 muertes en un solo día y la cantidad de decesos totales ya suman casi 18.000. Es el país con mayor tasa de contagios diaria en el mundo y su sistema de salud está totalmente colapsado.
El gran capitán
Es imposible no pensar que podríamos estar en esa situación si la derecha todavía tuviera las riendas del país. La imagen positiva de Alberto Fernández es la más alta que un presidente haya tenido en muchos años y se lo ha ganado. Supo contener a quienes no sólo le aconsejaban abandonar la cuarentena sino que desde las mismas torres de marfil de siempre quisieron marcarle la cancha. Supo cuándo y cómo cuidar a quienes habían depositado su confianza en él, supo distribuir los recursos y que la ayuda le llegue a los más necesitados.
La grandeza demostrada por Alberto Fernández en la lucha contra el coronavirus me hace recordar una estrofa del himno al Padre de la Patria, el General José de San Martin:
Suenen claras trompetas de gloria
y levanten un himno triunfal,
que la luz de la historia agiganta
la figura del Gran Capitán.
Si exageramos o no con la comparación sólo lo podrá decir la Historia, cuando pase la convulsión que envuelve al mundo entero.
*Analista político