El clan Alperovich abandona el PJ para siempre | El propio senador José Alperovich, confirmó las versiones que señalaban que saldría por fuera del PJ. El mismo día, su esposa y presidente del partido, Beatríz Rojkés, pidió licencia en su cargo hasta el 31 de enero de 2019.
Bailando por un sueño
El ex Gobernador salió a dar precisiones en torno a las versiones de una candidatura por fuera del Partido Justicialista (PJ). Lo confirmó en una nota con el periodista Marcelo Aguaysol, de La Gaceta. “sí voy a ser candidato a gobernador. He decidido participar en la próxima elección”, dijo.
Alperovich afirmó ante la consulta de porqué quiere ser Gobernador a los 63 años, que “Tengo sueños y tengo vocación. Quiero un Tucumán distinto y la pregunta que cualquier dirigente debe hacerse es para qué quiere ser candidato”.
El ex mandatario tiene sueños y vocación, parece que no le bastaron doce años para cumplirlos. Y recién en sus recorridas provinciales se da cuenta de que los tucumanos la están pasando mal.
¿Me voy porque quiero?
El senador sí tiene un sueño: volver a ser el Gobernador de la provincia. Para ello comenzó un juego de presiones, que comenzaron con expresiones que daban a entender que pelearía la Gobernación por dentro o por fuera.
Por dentro ya no lo pudo hacer, luego de una serie de hechos puntuales. Uno de ellos fueron las pintadas de la leyenda con la fórmula Manzur-Jaldo 2019, en todos los municipios y comunas que antes le respondían a él.
La declaraciones en favor de esa fórmula por sus ex colaboradores estrechos y por último, el gran acto del Día de la Lealtad. Sobre ello, Alperovich dijo: “Lo felicito. Si esto es bueno… Estamos en democracia. Esto es bueno: que la gente pueda elegir”.
La interna: un trámite administrativo
Luego del acto del 17 de octubre pasado, la interna en el Justicialismo provincial pasó a ser un simple trámite. El poder de convocatoria de la fórmula gobernante quedó de manifiesto y la soledad de José Alperovich.
De ese acto, también Osvaldo Jaldo salió fortalecido. Al “alperovichismo” no le quedaba alternativa. Se tenía que ir por fuera, en donde pelear la Gobernación será cuesta arriba. Quisieron disfrazar la decisión del senador en unas encuestas que había recibido.
La imagen negativa de Alperovich es muy alta y los spots publicitarios de sus recorridas, no le mueven la aguja a nadie. Hasta quizás sean contraproducentes, porque quienes lo acompañan siempre son los mismos.
El “Cristinista indeciso”
Una de las cuestiones que le restan al senador en su sueño de volver a la Gobernación, es su permanente indecisión. Es el mismo que dijo que nunca fue kirchnerista y que se llevaba muy mal con Cristina. Ahora se saca fotos con ella.
Es el mismo que dice que la provincia no está bien, que los tucumanos se encuentran muy mal, a comparación de cuando él gobernaba, pero no dijo nada cuando fue designado asesor ad honorem, para usar la estructura del Gobierno en su campaña personal.
Como asesor no cobra sueldos, pero sí viáticos y puede utilizar los medios de transporte de la provincia, además de gestionar ante los ministerios correspondientes la ayudas y asistencias que lo convierten en “buenito”. En eso es un gran gestor.
Ahora da clases de peronismo
“Voy a salir por fuera del PJ. Pero también te quiero aclarar algo: el peronismo no es sólo la sigla del PJ ni cantar la marcha peronista. Quiero que los tucumanos sepan que lo más importante del peronismo es cómo uno actúa y no cómo uno habla”.
Esa es la nueva función del senador Alperovich: explicar de qué se trata el peronismo. Con ello quiere explicar porqué decidió postularse por fuera de la estructura partidaria, pero incurre en muchos errores, que lo pueden llevar a rendir la materia varias veces.
Supone Alperovich que él es más importante que la estructura del PJ. Que por el sólo hecho de tener un proyecto los peronistas lo van a seguir y en eso se equivoca. El Justicialismo se basa en liderazgos y su fase de conducción ya concluyó, mucho antes de la licencia de su mujer en el PJ.
Con la decisión de salir del PJ, Alperovich le pone fin a una carrera que lo tuvo doce años en el Gobierno de la provincia. En ese transcurso no supo de derrotas electorales, pero ya es tiempo de que también aprenda a perder.