El destierro del monarca | Con la eliminación de su cargo de asesor ad honorem, categoría ministerial, el senador José Alperovich, se aleja de la actual gestión provincial. Pero también generó el alejamiento de estrechos colaboradores que había colocado estratégicamente en distintos lugares. Los únicos que le quedan en la soledad de la política.

Ni un perro que le ladre

Quizás en lo político, José Alperovich no tenga un perro que le ladre. Aunque en la nota realizada por periodistas de La Gaceta, en la que anunció que se postularía a Gobernador por fuera del PJ, se lo veía acariciando a un perro o dejándose lamer por otro.

Cada uno vive la soledad como quiere, pero estar solitario en la política, luego de haber manejado los hilos de una provincia por doce años, no debe ser placentero. Aún se estaba lamiendo las heridas del alejamiento total y absoluto del PJ, con su mujer incluida, cuando le llegaron las noticias sobre el alejamiento de sus colaboradores en la Cámara Legislativa.

Veinticinco de un plumazo

En el primer plumazo cayeron 25 dirigentes “alperovichistas”, entre los que se encontraban el secretario del bloque Tucumán Crece y ex intendente de Yerba Buena, Daniel Toledo; los ex legisladores Juan Siviardo Gutiérrez y Gregorio García Biagosch; el ex secretario de Trabajo, Roberto Jiménez; y el ex interventor de la Caja Popular, Eduardo El Eter.

Llamó la atención que algunos “paladares negros del alperovichismo”, como el famaillense Alcides Salomón, no estuvieran en la nómina, pero desde el Poder Legislativo señalaron que la cosa recién comienza.

En el Poder Ejecutivo esperan la inminente salida de Sarita Alperovich, quien por portación de apellido y por su exposición intensa en la campaña mediática de su padre, estaría dejando el área de la Juventud, pese a que habían surgido versiones que daban cuenta de que se resistiría. También estaría con más de un pie afuera el yerno del senador nacional, Pablo Zeitune, quien se desempeña como Director de Comercio Interior.

Dieciocho custodios

A la soledad política mencionada, Alperovich tendrá que sumar aquella derivada de la falta de guardias. En una provincia en la que muchos de los habitantes exigen seguridad, es un despropósito que un senador nacional cuente con una custodia permanente de 18 efectivos, para cuidar de su persona y también de las sedes de sus negocios, en especial los concesionarios.

La orden emanada para que esas consignas policiales abandonen esos objetivos y regresen a sus funciones en favor de la comunidad tucumana, no cayó bien al ex mandatario.
Además de ese personal, también se le retiraron los vehículos, que constituían dos trafics, dos autos, una camioneta y una motocicleta.

Sin lógica peronista

En todos los casos, el combustible y el mantenimiento corrían por cuenta del Estado provincial. La soledad de Alperovich pasó a ser física, además de política. Sin embargo, la decisión de ir por fuera del PJ, en su sueño de regresar al “Sillón de Lucas Córdoba”, también hace suponer que en su razonamiento no hay mucha lógica peronista.

Sucede que el senador está convencido de que su propia figura excede a la estructura partidaria. Supone que su proyecto político le garantiza que militantes y referentes territoriales del peronismo trabajarán para él.

Se olvida quizás el senador que cuando fue gobernador de los tucumanos tenía arrodillados a los dirigentes del interior profundo con un sólo elemento de persuación: la billetera. Esas humillaciones, basadas en una soberbia incontrolable, no se olvidan en el Justicialismo.

Da clases de Peronismo

“Voy a salir por fuera del PJ. Pero también te quiero aclarar algo: el peronismo no es sólo la sigla del PJ ni cantar la marcha peronista. Quiero que los tucumanos sepan que lo más importante del peronismo es cómo uno actúa y no cómo uno habla”, sostuvo en aquella entrevista en la que blanqueó su deseo de presentarse como candidato a gobernador en 2019, sin la estructura del justicialismo.

Esa es la nueva función del senador Alperovich: explicar de qué se trata el peronismo. Con ello quiere explicar porqué decidió postularse por fuera de la estructura partidaria, pero incurre en muchos errores, que lo pueden llevar a rendir la materia varias veces.

El Peronismo se basa en liderazgos

El Justicialismo se basa en liderazgos y su fase de conducción ya concluyó, mucho antes de que su mujer solicitara licencia en el PJ y finalmente fuera borrada de la conducción.
Tampoco le servirán las promesas de hipotéticos cargos, porque son cheques diferidos de difícil pago.

Con la decisión de salir del PJ, Alperovich le pone fin a una carrera que lo tuvo doce años en el Gobierno de la provincia, con una aceitada maquinaria electoral. En ese transcurso de su permanencia en el PJ no supo de derrotas electorales, pero ya es tiempo de que también aprenda a perder.

Los escuderos obsecuentes que le quedan

José Alperovich no tiene la suerte de Juan Manzur, de contar con un espadachín político de fuste como Osvaldo Jaldo. El senador se tiene que contentar con tener leales y obsecuentes escuderos, que sólo se limitan a asentir las expresiones del líder, sin aportar estrategias o conceptos que permitan superar los errores en los que se incurre.

En la Legislatura cuenta con tres parlamentarios: Marcelo Ditinis, quien fue secretario de Información Pública durante su gestión; Silvia Rojkés de Temkin, cuñada del ex mandatario y ministra de Educación en el último período de Gobierno; y Julio Silman, quien fuera intendente de la ciudad de Alderetes.

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Sergio-La-Burra-Mansilla-y-Beatriz-Rojkés-dos-de-los-incondicionales-que-le-quedan-a-Alperovich.

En el Concejo Deliberante capitalino lo tiene a Dante Loza y David Mizrahi.
Además cuenta con el apoyo de su prima, Beatriz Mirkin; de su esposa, Beatriz Rojkés; de su hija, Sarita Alperovich, y de su yerno, Pablo Zeitune, quien está al frente, por ahora, de la Dirección de Comercio Interior.

A ellos hay que sumarle la continuidad del ex senador Sergio “La Burra” Mansilla, de devaluada imagen, quien no pudo asumir su banca como legislador.

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