-Jefe, el prófugo que andan buscando está por acá
-¿Cuál prófugo?
-Ese que anda provocando incendios en la cordillera. Pero creo que no lo quisieron detener.
El entonces jefe del Grupo Especial de Operaciones Policiales Juan José Luis Ale se encontraba de vacaciones en Esquel en febrero de 2015 cuando fue abordado en la calle por un suboficial. Enterado de esta noticia cortó su descanso y volvió a Comodoro. No era ningún improvisado. Hacía 12 años que estaba al frente de esa fuerza de élite de la Policía de Chubut y además había recibido entrenamiento con excelentes calificaciones. El prófugo del cual le hablaban era Facundo Jones Huala, buscando entonces por Interpol y con pedido de extradición de Chile por haber quemado una estancia y agredir a carabineros. Además se había fugado del lugar donde cumplía arresto domiciliario. Después, con ayuda, cruzó la cordillera a pie y regresó a la Argentina.
Ale volvió a Comodoro Rivadavia y comenzó a investigar qué pasaba. Y no le fue tan difícil enterarse. Ya se sabía de la presencia de Jones Huala en territorio chubutense. Además estaba sospechado de provocar incendios forestales, de quemar camiones y cortar rutas como líder de la autodenominada Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) Lo cierto es que el 13 de marzo de 2015 dentro del Lof Cushamen, una delegación policial que encabezó el entonces jefe de la Unidad Regional Esquel, el comisario Oscar Marinao estuvo cara a cara con Jones Huala. A pesar de estar encapuchado (como suelen estarlo todos los integrantes del RAM) no era difícil saber que se trataba del hombre buscado. Por otra parte estabas bien rodeado y custodiado por otros integrantes de la organización.
Sin embargo, y tras pedido de instrucciones, Marinao y su comitiva se retiraron del lugar y no detuvieron a Jones Huala. Es que cuando se disponían a hacerlo llegó una orden de parte del entonces Jefe de Policía de Chubut Rubén Cifuentes de no detenerlo. Se supo después que a su vez Cifuentes también recibió órdenes de esa naturaleza de parte del entonces secretario de Seguridad Oscar Martínez Conti, un general retirado que el exgobernador Martín Buzzi había nombrado en su gabinete.
Todo tenía una explicación, según cuentan algunos medios de esa ápoca. El 13 de marzo, el gobernador Buzzi cumplía actividades en El Maitén (muy cerca del lof) donde ponía en práctica una especie de kermesse popular denominada “Casa Abierta”. Consistía en que el exgobernador y su gabinete se instalaban en una escuela o alguna institución del pueblo y la gente concurría a pedir cosas. Como eran épocas electorales, también eran épocas de dádivas, clientelismo y promesas.
Al día siguiente de estar en El Maitén, la comitiva oficial iba a realizar el mismo operativo de “Casa Abierta” en Cholila, otra localidad cercana. “El gobernador no quiere que los mapuches vayan a Cholila a protestar por la detención de Jones Huala y se le pudra todo”, fue la explicación que dio Martínez Conti para que dejen ir al líder de la Resistencia Mapuche.
El pedido de Interpol era de código rojo, es decir “prioridad” para la detención de Huala. Por esos tiempos y por información de la policía chilena se había establecido que la Resistencia Ancestral Mapuche y la CAM (lo mismo, pero en Chile) tuvieron conexiones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde recibieron entrenamiento militar.
Todo se supo en 2013 durante la visita del entonces jefe de la policía de Colombia José Roberto León Riaño a un acto de los Carabineros en Chile. Alli dio cuenta de la conexión: cuando la policía colombiana ingresó a un campamento de las FARC y mató a Raúl Reyes, uno de los líderes revolucionarios, se secuestraron computadoras. En ellas figuraban el cruce de mails entre la CAM y las FARC. Y aseguran que en los mails, estaba el nombre de un joven veinteañero: Facundo Jones Huala.
Lo cierto es que Jones Huala logró seguir en libertad un año más ya que fue capturado en el mismo lugar el 27 de marzo de 2016. Estaba encapuchado de igual manera. Lo reconocieron y quedó preso iniciándose después el primer juicio de extradición. Juan Luis Ale había sido separado de su cargo de jefe del GEOP porque hizo pública toda esta trama. Jones Huala tuvo un año de tiempo más de libertad en la cordillera de Chubut, tiempo en el que también hizo conocer una frase: “La tierra será nuestra. Si no es con fuego será con agua”. Supuestamente se refería a la represa de Futaleufú, un blanco que la RAM había elegido para seguir su lucha.
Fuente: Clarín