El shock político por la contundente derrota del oficialismo a manos de la fórmula que encabezan Alberto Fernández y Cristina Kirchner se traslada a los precios de los distintos segmentos del mercado de cambios y financieros.
En bancos privados se vende en un rango de 60 a 65 pesos, con alza del 32 por ciento. En el promedio de bancos del microcentro porteño alcanza los $61,43 para la venta. En sucursales del Banco Nación se ofrece a $58, después de haber tocado un récord de 61 pesos.
Se trata del salto de precios más abrupto desde el 36% que subió el dólar el 17 de diciembre de 2015, cuando la administración de Mauricio Macri levantó los controles de cambio, conocidos como “cepo”.
En la rueda mayorista llegó a operarse 60 pesos, para luego acomodarse un escalón más abajo, a 56,50 pesos. De todos modos supera holgadamente el “techo” teórico de la banda establecida por el Banco Central de 51,448 pesos.
El Banco Central vendió USD 50 millones de reservas en la plaza interbancaria, a un precio promedio de $55,431. Se trató de la primera operación de este tipo realizada desde el cambio de política anunciada el 29 de abril.
Además, antes del mediodía, el Central subastó USD 30 millones por cuenta del Tesoro, a $57,314 promedio.
En este incremento, el valor del dólar acumula un alza de 50% en lo que va de 2019 y vuelve a superar el ritmo de aumento del resto de los precios de la economía, dado que la inflación en poco más de siete meses transcurridos de 2019 alcanza el 25 por ciento.
La gran duda de la plaza cambiaria es si el Banco Central va a salir con ventas de dólares al contado en el spot, dado que el Fondo Monetario Internacional, que es el que provee los dólares, autorizó a la entidad que preside Guido Sandleris a efectuar ventas para evitar movimientos “disruptivos” de la cotización, como los que evidentemente se están produciendo en la jornada.
El economista Martín Tetaz señaló que el Gobierno deberá “quebrar la ola vendedora de activos que veremos esta semana; volará el riesgo país y se derrumbará la Bolsa. Además, dependiendo de cómo se plante el Banco Central, habrá o fuerte suba del dólar o baja significativa de reservas; un fenómeno que se irá intensificando al compás del vencimiento de los plazos fijos”.
El dólar en la City experimenta el salto más amplio desde la suba de 36% del 17 de diciembre de 2015
Tetaz advirtió que “la única chance que tiene la autoridad monetaria es ganar la batalla en esta primera semana adelantándose al mercado; poniendo una orden de venta gigantesca en pantalla, a un precio por encima del de apertura del lunes”.
Agregó que “el peor error posible es dejar correr el dólar y convalidar las expectativas de derrumbe. El segundo peor error posible es correr al mercado de atrás, regalando reservas para sostener el precio de apertura del lunes”.
Miguel Boggiano, CEO de Carta Financiera, puntualizó que “la reacción inicial será sin dudas un salto hacia arriba producto de la sorpresa. ¿Hasta qué precio? Es imposible predecir y sería hacer futurología. No sería disparatado ver al mayorista en 48 pesos”.
“¿Intervendrá el Banco Central? No creo que tenga mucho sentido intentar contenerloen las primeras horas del día: esa batalla está perdida. Sin dudas serán horas muy tensas y lo que debería hacer es guardar las balas de plata lo mejor que pueda”, apuntó Boggiano.
Las reservas internacionales del Banco Central sumaban USD 66.310 millones el viernes, en un umbral elevado en la comparación histórica por el stand by del FMI, aunque alejadas del máximo de USD 77.481 millones del pasado 9 de abril.
La divisa norteamericana acumula durante el gobierno de Macri un aumento de 530%, desde los $9,83 al público que promedió el 9 de diciembre de 2015, aunque hay que aclara que entonces regía el “cepo” impuesto por Cristina Kirchner en su segunda Presidencia (2011-2015).
Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital, aportó que “luego de la corrida cambiaria de 2018, los argentinos perdieron la confianza en el peso. Hoy las carteras están dolarizadas entre un 70 y 80 por ciento”.
Para Federico Furiase, director del Estudio EcoGo, “con estos resultados, Alberto Fernández tiene claros incentivos a dar certidumbre al mercado para evitar la pérdida de reservas en el BCRA: el gran condicionante del próximo gobierno, si la transición a octubre se diera con inestabilidad financiera”.
“Más allá que será una rueda muy negativa, habrá que ver ahora qué reacción tendrá el Gobierno tras los resultados, si deja subir al dólar o lo frena con reservas y si toma alguna medida para llegar lo mejor posible a octubre o al final de su mandato”, subrayó un reporte de Research for Traders.