La divisa estadounidense subió 20 centavos y cerró en el récord de $20,48 al público en el comienzo de la semana.
La operatoria en el mercado único y libre de cambios tuvo un recorrido atípico en el comienzo de la última semana de febrero.
A media hora del cierre de la actividad bancaria las transacciones se pactaban en el canal minorista, como para el mayorista con leve suba de 2 a 4 centavos por unidad, según la entidad cambiaria.
Pero sorpresivamente, en la última media hora de negocios la aparición de unas pocas órdenes de compra, y el repliegue de las minutas de ventas determinaron una singular estampida de hasta casi 20 centavos por unidad, equivalente a un 1%, como casualmente había ocurrido en la última semana de enero.
De este modo, el promedio de cotizaciones electrónicas que recibe el Banco Central cerró para el segmento minorista en $19,949 para la compra y $20,481 para la venta.
Resultó el nivel más alto de la serie histórica, y acumuló sendas subas de 2,7% desde fines de enero y del 8,65% en lo que va del año. En ese caso superó la mitad de la meta de inflación que el equipo económico se fijó para todo el año.
Mientras que en la franja mayorista, si bien la suba diaria fue similar a la que se registró en el mercado minorista, los $20,19 que se anotaron al cierre, muy lejos del promedio de la jornada que el Banco Central estimó en $20,0442, significó sendas subas de 2% en el mes y 6,7% respecto del cierre de diciembre último.
Flotación limpia
El gran interrogante es por qué no intervino el Tesoro con ventas de tenencias en el Banco Nación como hacía sucedido ya en dos episodios previos a fines del mes pasado.
Pero los operadores coincidieron en que la demanda le pasó por arriba a una oferta de dólares que cayó notoriamente. “La banca extranjera que había sido vendedora la semana previa no apareció y eso provocó el salto de la divisa”, explicaron.
Las noticias de pérdida de cosechas por la extensa sequía, la peor en 44 años, agregó ruido en los mercados, porque la contrapartida fue una suba de los precios internacionales y el consecuente repliegue de las liquidaciones de los cereales y oleaginosas retenidos en los campos.
Ahora las apuestan pasan por si habrá intervención oficial en la jornada de mañana. El peligro es que si no sale el Banco Nación y tampoco el Banco Central, el tipo de cambio continúe en ascenso.
Próxima licitación de bonos
También llamó la atención que el salto cambiario se haya producido antes de la licitación de bonos en pesos por parte del Tesoro, pasado mañana. La volatilidad cambiaria aleja a los inversores, especialmente extranjeros, de apuestas en moneda local.
Otro síntoma del nerviosismo del mercado, al menos en el terreno cambiario, es que prácticamente no se operaron contratos de futuros de dólar más allá de abril. De esta forma, resulta difícil conseguir cobertura a mediano plazo ante eventuales movimientos cambiarios.
Mañana el Banco Central debe definir qué hace con la tasa de referencia en su reunión de Política Monetaria. Todo indica que la dejará sin cambios en 27,25% anual ante la suba de la inflación en febrero. Ahora la volatilidad del dólar le da otro argumento para no retomar la baja de tasas en pesos.
Caída real del Merval
El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires avanzó 0,6% en pesos, a un cierre de 32.939,03 unidades, con inversores institucionales que se cubrieron parcialmente ante la debilidad cambiaria.
Los bonos extrabursátiles arrojaron una mejora promedio de 0,3%, con un índice de riesgo país medido por el banco JP.Morgan que bajó siete unidades a 397 puntos básicos, que posibilitó recortar en 5 puntos la amplia brecha que mantiene con el correspondiente al de Brasil.