A la tensión financiera local se suma el temor a un efecto contagio por la caída de la lira en Turquía
En la plaza financiera argentina cunde el temor a un efecto contagio de la devaluación emergente que sea más profundo que en el resto. El lunes no arrancó bien, con un salto del dólar de 7% respecto de la lira turca, que se sumó al 18% del viernes. En Brasil subía 1% a 3,90 reales, mientras que en Rusia la divisa de EEUU se operaba estable frente al rublo.
En el mercado cambiario local arrancó con alza de 68 centavos, a $30,48 para la venta minorista y $28,94 mayorista, después de haber acumulado un alza de 6,3% en las tres ruedas anteriores.
Está claro que ante la desmejora de la percepción de los fondos de inversión globales por los activos emergentes, por la crisis de Turquía, la evolución del dólar en el plano local no logra escapar de lo que sucede en el exterior, por cuanto una cotización sobre los 30 pesos no sorprende por estas horas.
En Argentina hay condimentos particulares que impulsan a una devaluación indeseada: las dudas sobre la posibilidad de pago de los bonos en dólares después de 2019, la caída de las reservas del BCRA, el ascenso del riesgo país que cierra los mercados de deuda y el resonante caso de sobornos en la obra pública que involucra a políticos y empresarios de máximo nivel.
“Se formó una tormenta perfecta. Al necesario enfriamiento transitorio de la economía se agregó el estallido del conocido conflicto jurídico y político, dando lugar a un frenesí de temores que llevaron a liquidar posiciones para refugiarse en el dólar”, señaló un reporte de VatNet Research.
“Ya conocemos que esperar una recuperación de los activos financieros es inexistente sin que antes el tipo de cambio vuelva a ganar cierta estabilidad”, afirmó Matías Roig, director de Portfolio Personal.
Para Economía & Regiones, “el Banco Central debe salir y comprar pesos de manera de achicar la cantidad de dinero en términos nominales para que la inflación disminuya, la traslación a precios siga siendo baja, y entonces la ganancia de competitividad se erosione lo más lento posible”.
Además, este martes el Banco Central afrontará otro “mega vencimiento” de LEBAC por unos $525.000 millones, con el objetivo de reducir al menos en un 25% esos vencimientos que complican el escenario financiero todos los meses.
La escalada del dólar sobre 30 pesos complica el objetivo del presidente del BCRA, Luis Caputo, pero aun así gestiona ante bancos internacionales unos USD 5.000 millones con el fin de limpiar del mercado Letras por unos 140.000 millones de pesos.
La reducción del voluminoso stock de LEBAC es uno de los objetivos comprometidos ante el FMI. Justamente, esta semana estará presente en el país una misión del organismo para auditar las cuentas nacionales, en el marco del acuerdo stand by por unos USD 50.000 millones, de los cuales ya se desembolsaron 15.000 millones. Tras las últimas licitaciones, el stock de LEBAC se redujo de $1,2 billón a cerca de 950.000 millones de pesos.