Defensa y Justicia y River Plate empataron sin goles en el debut de ambos por la Liga Profesional. Pero lo llamativo ocurrió en las escenas que protagonizaron los entrenadores del Halcón y el Millonario. Tras un insólito accionar de Sebastián Beccacece, quien impidió que el conjunto visitante sacara un lateral para que se hiciera el cambio que tenía previsto, Marcelo Gallardo reaccionó ante las autoridades y ahí se originó un intercambio verbal entre los entrenadores.
“¡¿Qué hace, está loco?!”, fue la pregunta que le hizo el Muñeco al cuarto árbitro, quien también estaba atónito por lo estaba sucediendo. Lejos de quedarse con eso, Napoleón miró a Beccacece y le recriminó por su accionar al ingresar al campo de juego para evitar un lateral. Como era de esperarse, el técnico del Halcón no se quedó callado y le contestó a la distancia: “¡Quién sos, a quién te comiste boludo?!”. El cruce de declaraciones siguió hasta que el estratega local se metió en el túnel camino al vestuario.
Pero la cosa no terminó ahí. “No me gustó la actitud que tuvo de meterse al campo y que no pudiéramos jugar un lateral. Sólo se lo hice saber y después no pasó más nada”, fue la explicación de Gallardo en la conferencia de prensa. El entrenador de River Plate, mucho más tranquilo, minimizó el incidente y sonrió por una situación que ya recorre los principales portales deportivos del país y del mundo.
Sin embargo, cuando salió de la sala de prensa se encontró con que Sebastián Beccacece lo estaba esperando en el pasillo interno que conduce hacia la salida de los visitantes. Algunos testigos aseguraron que el enfrentamiento se dio entre los protagonistas y que incluso “volaron varias trompadas” que de inmediato fueron interrumpidas por personal de seguridad.
Sin embargo, el estratega del Halcón desmintió lo sucedido ante los micrófonos y dijo que solo fueron situaciones del juego. “Lo importante es que se hable del espectáculo. Si yo hice algo que no debía, ya fui expulsado. Pero ya está, no pasó nada”, reveló.
Los cruces elípticos entre ambos entrenadores, consideradores de los mejores del fútbol argentino, conformaron uno de los mayores bochornos de los últimos tiempos. Seguramente algunos egos y envidias no reconocidas hicieron eclosión entre dos técnicos con un futuro sin techo por sus juventudes y una experiencia acreditada que ponen sobre la mesa jornada a jornada. Y esta noche hubo una clara prueba de ello, una más, en el partidazo que disputaron en Florencio Varela y que terminó sin goles por esas cosas del destino y por la “ley del ex” invertida.
fuente: infobae