Es una cifra más alta que la prevista. En agosto iban a llegar USD 7.500 millones para las reservas del Banco Central.
El FMI prometió desembolsos para la Argentina por USD 10.750 millones en los próximos meses.
Julie Kozack, Directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), emitió hoy la siguiente declaración: “El 28 de julio, las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la quinta y sexta revisiones en el marco del acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses de Argentina. El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna el 23 de agosto y apruebe los desembolsos acordados”.
“Valoramos a las acciones de políticas recientes de las autoridades y al compromiso de salvaguardar la estabilidad, reconstruir las reservas y fortalecer el orden fiscal”.
Según pudo saber Infobae, serían USD 8.000 millones el mismo 23 de agosto y otros USD 2.750 millones en la primer semana de noviembre.
Expectativa oficial
Esta mañana, antes del comunicado del organismo, se adelantó que el Gobierno esperaba que el Fondo Monetario Internacional envíe este mes al Gobierno una suma más alta de los USD 7.500 millones que estaba previsto para este mes, tras las medidas de devaluación del tipo de cambio oficial y la suba de la tasa de interés que determinó este lunes el Banco Central, según aseguraron a Infobae fuentes oficiales. Finalmente fueron USD 500 millones, según se conoció luego.
El directorio del FMI tiene previsto reunirse en los próximos días para discutir la aprobación de la última revisión técnica y liberar desembolsos. A priori, esa suma estaba prevista en USD 7.500 millones, aunque trascendió este lunes cerca del mediodía que las tratativas que el Poder Ejecutivo sostiene con el organismo podrían llevar esa suma a un monto mayor para reforzar las reservas del BCRA, aseguraron desde despachos oficiales.
La fecha precisa en la que sesionaría el board no se conoce y los funcionarios del equipo económico la ubicaban más cerca de la semana del 21 de agosto. Para algunos analistas ese hecho debería tener lugar más acá en el tiempo. El FMI aseguró en su último comunicado que espera una “secuencia” de medidas, discutidas en este último tramo con el Poder Ejecutivo, para avanzar sobre áreas que considera clave: lo fiscal y el aspecto cambiario, sobre lo que el Gobierno actuó esta mañana dejando subir el tipo de cambio oficial.
A priori, el cronograma había quedado establecido de forma tal que queden, para lo que resta de 2023, dos instancias de giro de fondos desde la capital norteamericana: la segunda quincena de agosto, por un monto cercano a los USD 7.500 millones, y otros USD 2.500 millones para los primeros días de noviembre. A la luz de las medidas que apuró este lunes el equipo económico, esas cifras están en rediscusión.
El Fondo Monetario había asegurado en su último informe técnico aprobado, en marzo pasado, que el peso estaba sobrevaluado, y le puso números a ese atraso cambiario. “El staff evalúa que la posición externa sigue siendo más débil de lo que implican los fundamentos a mediano plazo y las políticas deseables con una sobrevaluación del tipo de cambio real de entre 10 y 25 por ciento”, mencionaron en ese momento.
Es, al menos, la corrección que plasmó el FMI en los papeles. Durante la negociación (y además esos números corresponden a principios de año) el rango de necesidad de salto del tipo de cambio oficial podría haber sido más alto.
La devaluación y la suba de las tasas de interés como parte de una secuencia que habilite los desembolsos desde el FMI es una lectura que había tenido lugar tras el último comunicado del staff: “El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto. Una vez completadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a alrededor de USD 7.500 millones”, aseguró ese documento.
También cambió el esquema de metas hasta fin de año, algo que debería quedar cristalizado cuando el staff del FMI dé luz verde al último acuerdo técnico. La que asoma como la meta más lejana a su cumplimiento será la de reservas: el Gobierno debería a fin de año tener acumulados, de manera neta, USD 1.000 millones sobre el número de referencia utilizado en el programa que es el nivel de las arcas internacionales del BCRA a diciembre de 2021, cercano a USD 2.300 millones netos. Como las reservas están en terreno negativo -con números que varían según qué consultora lo mida-, deberían compensar todo ese rojo y acumular sobre eso USD 3.300 millones.
El FMI no cambió el objetivo de recorte del déficit primario más allá del impacto de la sequía en la recaudación de impuestos, algo que sí reconoció para el sendero de reservas. Reconoció que las medidas anunciadas por el Ministerio de Economía aportarán algo de ingresos fiscales y además planteó directamente en qué áreas debería aplicar una poda adicional el Poder Ejecutivo en lo que reste del año.
Respecto a la emisión monetaria, el FMI mencionó que “la senda fiscal acordada no supone una dependencia adicional del financiamiento monetario directo del déficit fiscal”. Una lectura que sobrevoló el mercado es que esto prohibiría en la práctica la continuidad de los adelantos transitorios al Tesoro por parte del BCRA, aunque en algunos despachos oficiales consideran que “no es tan lineal” ese límite.