En la mañana de hoy, se realizó la tradicional misa de Instituciones, en el marco del Septenario en honor a San Francisco Solano, bajo el lema “Como San Francisco, Discípulo-Misioneros”.
Acompañaron al gobernador Osvaldo Jaldo, el intendente Roberto Moreno, el legislador Enrique Bethencourt, el presidente del Honorable Concejo Deliberante de Trancas Walter González, el asesor letrado del municipio, Antonio Moreno, el vicepresidente Primero del Honorable Concejo Deliberante Gustavo Trejo, el vicepresidente Segundo Gonzalo Marras, los concejales Germán Kairuz, Isabel Carabajal de Galindo y Hugo Pachao, miembros del Honorable Concejo Deliberante, ex autoridades del municipio, autoridades de Instituciones de nuestra ciudad y vecinos de nuestra ciudad.
“Con mucho entusiasmo una vez mas participamos de los festejos y la Santa Misa en honor a San Francisco Solano. Una vez más nos encontramos reunidos en conmemoración de quien pasó por estas tierras forjando parte de nuestra historia. Nos acompañaron el intendente Roberto Moreno, el legislador Enrique Bethencourt, concejales y cientos de fieles que con gran devoción formaron parte de esta celebración”, afirmó Jaldo en sus redes sociales.
A su turno, Roberto Moreno afirmó: “que nuestro Santo Protector, interceda ante Dios hoy, de un modo especial y bendiga abundantemente a cada una de nuestras familias e Instituciones, con aquella Gracia que más estemos necesitando en éste momento.
La fiesta tiene lugar el siguiente domingo después de Pascuas e inicia con la celebración de la Santa misa con autoridades para continuar luego con una procesión hacia la Ermita de San Francisco Solano, donde se encuentra el reconocido Pozo de agua bendita.
La historia
San Francisco Solano llegó a Tucumán entre los años 1590 y 1594 con la misión de relevar la provincia franciscana del Tucumán y evangelizar a los nativos que se encontraban en este territorio.
Según la tradición, cuenta que Francisco Solano llegó para evangelizar con su música a los indios Choromoros, que habitaban en el lugar. Una dura sequía hizo que tomaran la decisión de abandonar el sitio. Fue entonces que San Francisco Solano hundió su bastón e inmediatamente comenzó a brotar agua sin cesar. Se comenta que también existían peces, haciendo las delicias para los peregrinos que llegaban hasta ahí.