La emisión de dos bonos en pesos le permitió al Gobierno seguir sumando financiamiento aún en un momento de mayor nerviosismo en los mercados.
Finalmente consiguió tomar $58.300 millones, apenas por debajo de los $60.000 que había salido a buscar. Para el bono más corto, al 2020, hubo sobredemanda. Pero el interés fue menor para el título a cinco años, el Boncer 2023.
En el Ministerio de Finanzas, a cargo de Luis “Toto” Caputo, festejaron el resultado. “Fue excelente la colocación y la demanda superó todas las expectativas. Esto demuestra que el interés por invertir en títulos argentinos sigue intacto, más aún teniendo en cuenta que era una colocación en moneda local”, explicaron.
Según las estimaciones, alrededor del 40% de los compradores fueron inversores del exterior. Es decir que entraron dólares para apostar por la colocación en pesos. Como el bono al 2020 fue colocado por encima de la par, la tasa fija estipulada no fue del 21%, sino levemente por debajo del 20% anual.
Apuesta por la inflación
Era esperaba que el grueso de los pedidos se dirigieran al plazo más corto. El bono en pesos al 2020 tiene incorporada una cláusula “gatillo” que endulzó a los inversores.Estos títulos pagan una tasa del 21% anual a lo largo de sus dos años de duración (al final fue más baja) o CER más 4%, lo que termine siendo más alto. Por este título la demanda alcanzó los $68.000 millones pero se adjudicó menos de la mitad, $30.000 millones.
Como el bono al 2020 fue colocado por encima de la par, la tasa fija estipulada no fue del 21%, sino de 19,93% o CER más 3,21% (en vez de 4%). De esta forma, el Tesoro consiguió financiamiento más barato, aprovechando la demanda excedente y la colocación a un precio más alto que el estipulado en las condiciones de licitación.
En el caso del Boncer 2023, emitido a CER más 4% anual, la demanda no alcanzó los $30.000 millones que salió a buscar el Tesoro y se captaron $28.300 millones.
El objetivo del ministro de Finanzas era avanzar con el financiamiento que se precisa para el año. Con esta nueva emisión ya sumó cerca del 60% de lo que precisa para todo el año, cuando recién pasaron dos meses del 2018. La expectativa es que el hecho de conseguir fondos frescos aún en un contexto más complejo de los mercados tranquilice a los inversores.
El movimiento de los mercados
El día de cierre de mes fue nuevamente muy negativo para los mercados, especialmente para Wall Street. El índice Dow Jones había arrancado en alza pero terminó perdiendo 380 puntos, una caída de 1,5%. Pero esta vez no afectó tanto a las acciones argentinas, que terminaron la mayoría en alza en Nueva York.
El dólar también perdió terreno luego de la decisión del Banco Central de mantener las tasas de interés sin cambios en su reunión de Política Monetaria de ayer. La decisión fue leída como una señal de firmeza del BCRA, que sigue con preocupación la escalada de la inflación registrada en febrero.
La divisa al público retrocedió siete centavos y finalizó en $20,42 para el segmento minorista. Claro que en la medida que continúe el nerviosismo entre los inversores, el tipo de cambio seguirá mostrando alta volatilidad.
Los bonos estuvieron un poco más tranquilos que en días previos y el riesgo país quedó sin cambios en 397 puntos básicos. De todas formas, aún queda un largo espacio para recuperar el terreno perdido (por ejemplo frente a los bonos brasileños) en los dos primeros meses del año.