El jefe de Gabinete, Marcos Peña, insistió en debatir “reglas de juego más equilibradas” y sostuvo que el kirchnerismo promovió “la falsa idea de que proteger derechos laborales es amparar abusos”.
El jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, responsabilizó a la justicia laboral y a la “litigiosidad” como la causa del estancamiento en la creación de puestos de trabajo. Lo hizo en sintonía con el presidente Mauricio Macri, quien hace una semana aseguró que “no hay una justicia laboral equitativa”.
“Sin duda el tema de la justicia laboral requiere un debate y esto lo venimos conversando con los sectores sindicales y productivos. Por una definición política del kirchnerismo se promovía una falsa idea de queproteger los derechos laborales es terminar amparando ciertos abusos“, afirmó el jefe de ministros.
Al ser consultado sobre qué tipo de abusos se refería, Peña resaltó como problema “la litigiosidad, la cantidad de juicios y cómo se resuelven”.
“Si hace cinco años no se generan puestos de trabajo formales es evidente que algo está mal”, insistió el jefe de Gabinete, en una entrevista publicada hoy por el diario La Nación. “Hay que lograr que las reglas de juego para el trabajador, para las pymes, para los que producen, tengan un equilibrio que permita incentivar y generar más puestos de trabajo”, remató.
En este sentido, Peña advirtió que la visión del gobierno en torno a la justicia laboral “no se trata de si es pro-empleado o pro-empresa”. “Creo que si nosotros miramos los estándares laborales de distintos países a los que nos queremos asemejar en sus niveles de ingreso, hay cosas que se pueden hacer mejor”, agregó.
“Hoy gran parte de los trabajadores formales tienen un nivel de precariedad y hay muchos trabajadores afuera del sistema formal. Eso habla de lo mal que está el sistema”, evaluó el ministro.
Hacia una reforma laboral
Desde el inicio de la gestión, el presidente Macri y el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca impulsan una reforma en las relaciones entre trabajadores y empresarios. Así los vinieron expresando en distintas declaraciones, en las que se mostraron en sintonía con las quejas del sector patronal contra el derecho laboral protectorio, entre las que se destacan menor permisividad al ausentismo, cambios en las penalidades en los accidentes de trabajo, indemnizaciones y ahora modificaciones en la justicia laboral.
Varios de estos puntos que se buscan modificar fueron expresados en el documento “El estado del Estado”, en el que se indicó que “un aspecto sustancial de una reforma laboral es que la negociación de salarios y condiciones de trabajo tenga en consideración la productividad y los límites y posibilidades de cada empresa”.
La negociación por actividad o rama, y no por empresa, es una de las “vacas sagradas” del sindicalismo argentino, ya que ese esquema de discusión paritaria permitió “igualar hacia arriba” a los asalariados de todo un sector en materia de aumentos salariales y de condiciones de trabajo.
El debate sobre la negociación colectiva por productividad ya fue presentada en el Consejo del Salario. “–En un país con esta inflación de qué productividad vamos a estar hablando”, rechazó el Juan Carlos Schmid, titular de la Confederación del Transporte y candidato del moyanismo para la CGT reunificada.